27 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 12

Su prodigiosa capacidad pare el cálculo matemático a partir de una simple impresión visual permite al 8º enanito determinar que se necesitarían 7569 de los suyos, puestos los unos encima de los hombros de los otros, para alcanzar la altura de este tanque transparente que parece esconder algo. Puesto que contiene varios cientos de litros de una especie de agua sucia, ambarina y grumosa, en la que parecen flotar residuos de materia orgánica podrida y servir de continente de las bacterias más repulsivas imaginadas por la naturaleza de cariz microscópico, necesita, pese a la repulsión que le provoca, aproximarse lo máximo posible para intentar reconocer qué es eso que viene y va, asomándose y retirándose como un perro temeroso que no acaba de registrar olfátivamente un alimento que le es tendido. Casi toca con la nariz en el cristal cuando asoma una garra pustulenta que lo tumba de espaldas. Desde el suelo, se fota los ojos con manos temblorosas. Mira de nuevo hacia la zona del tanque donde ha aparecido esa visión repugnante. No hay nada. Lo que fuera se lo han vuelto a tragar las entrañas del líquido o jamás existió. Aún aturdido, cree oir una voz procedente de algún lugar al fondo del pasillo que se abre a su izquierda. Corre despavorido hacia allá. No advierte que la bombilla de la luz encarnada acaba de apagarse. Se enciende la de la luz verde. (Continuará...)

Els meus companys de feina


25 abril, 2007

Mandarina


Estaba pelando una mandarina con extrema concentración, intentando dividir su piel en tres trozos lo más parecidos en tamaño, cuando sonaron las primeras notas. No disponía de un piano en casa por lo que en un primer momento pensó que la música provenía del piso de un vecino. Pero el volumen, la nitidez y le sensación de que el impacto de cada tecla iba lentamente ensamblando las piezas de un recuerdo enterrado en lo más profundo de sí mismo lo convencieron enseguida de lo contrario. Se levantó del sofá, tirando al suelo el libro que tenía en el regazo y que ni siquiera se molestó en recoger. Estaba asustado, pero era peor no saber, de forma que avanzó por el pasillo a pasos cortos y apoyándose con una mano en la pared. Le vino a la mente la imagen de una playa vacía con el sol ya bajo y en los brazos notó la reseca pringosidad de la sal seca. El piano estaba sonando en un sitio tan improbable como su minúscula habitación donde se amontonaba la ropa y las bolas arrugadas de papel. Notó que comenzaba a temblar ligeramente. Y justo antes de asomarse al cuarto, en el momento en que el piano repetía las dos mismas teclas con una insistencia cargante y que presagiaba problemas, el rostro de una chica que no había visto antes se presentó dentro de su cabeza como "El Valor sin la Ferocidad" y le animó a no seguir. Dudó. En su mano la mandarina a la que le faltaba sólo un tercio de piel casi simétrica por perder expulsaba su jugo al ser apretada con miedo.

19 abril, 2007

Hugh, popstar

Demà s'estrena "Tú la letra, yo la música", una delícia que comença així...

Una prenda

Cuando se van de nuestro lado, los muertos nos dejan una prenda, mas no una prenda negra, de luto, sino una de nuestro color favorito. Cada día la llevas puesta. Te levantas y la llevas adherida al pijama, te duchas y la tienes sobre tu piel desnuda, sales a la calle y la paseas encima del abrigo. Hay días en que no adviertes su presencia y otros en que todos los espejos te la devuelven en alta definición, días en que es suave al tacto, días en que pica endemoniadamente. Pero siempre está ahí, agazapada como una muela, intuida como una presencia en un callejón vacío. No se mancha, no se encoge. Sólo se decolora gracias a los años y, sobre todo, a las prendas con que te van arropando en silencio las personas que vas conociendo. Paradójicamente, estas sí son negras, de luto porque contienen la posibilidad de perderse, de despertar una mañana y no llevarlas puestas, de acostarse y comprobar que nos las hemos dejado en el respaldo de un bar. Se manchan y se encogen. Y vivir, en gran medida, supone saber combinar los dos modelos de prendas.

18 abril, 2007

Invitació al delicte


Si, si, CAFE SYMPA... t'ho enganxen a la porta d'un bar i és impossible no caure a la temptació.

17 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 11

El 8º enanito abre los ojos pero a su alrededor sólo encuentra tinieblas. Lo último que recuerda es el croc que hizo su cabeza al impactar con el suelo tras una interminable caída libre que lo dejó inconsciente durante un tiempo que le resulta imposible precisar. Se incorpora poco a poco y siente dentro de su cabeza un remolino furioso. Busca a tientas su macuto, se lo echa al hombro y se levanta. Estira los brazos y comienza a andar sin dirección, rumbo ni objetivo, como un muñeco de hojalata al que se le ha dado cuerda antes de depositarlo en una habitación completamente oscura. Le sorprende pisar sobre terreno duro y liso en vez del esperado terroso, que no le salgan al paso bichos con apetito y que no haya rastro de humedad en el ambiente. Para combatir la angustia y la claustrofobia que empiezan a rondarle respira hondo y convoca imágenes de nueces lustrosas que, al juntarse en una danza suave sobre un fondo blanco, dibujan formas geométricas basadas en la equidistancia. De golpe percibe un cambio en la asfixiante uniformidad de la negrura que lo envuelve, una grieta en la misma que adopta la apariencia de un fulgor encarnado que parpadea a escasos metros delante suyo. Al acercarse, descubre que es una bombilla que emite destellos intermitentes al lado de una gemela que permanece apagada. La luz que desprende la que está activa le permite comenzar a distinguir el entorno. El suelo y las paredes están compuestas de un cemento armado extemadamente grueso. Juntos conforman un túnel cuyo techo, calcula, debe alcanzar la altura de un roble joven. Cuando sus pupilas ya se han dilatado lo suficiente como para definir contornos, se da la vuelta y descubre asombrado un tanque descomunal lleno de un líquido viscoso. Si no le engaña su todavía convaleciente vista parecería que hay algo flotando dentro. Se acerca a comprobarlo. (Continuará...)

12 abril, 2007

Peazo festival


Des d'aquest humil blog recomano, als votants del PP, oients fidels de la COPE i espectadors habituals de Telemadrid, una entranyable proposta cultural que s'ha de celebrar a la petita però molt bonica població francesa de Sorèze...

11 abril, 2007


"Se puede contemplar el mundo a la altura del hombre, pero también desde lo alto de una nube (con los aviones es fácil). Se puede entrar en la realidad por la puerta principal o escurrirse en ella —es más divertido— por una ventanita. Por medio de las historias y de los procedimientos fantásticos que las producen, nosotros ayudamos a los niños a entrar en la realidad por la ventana, en vez de hacerlo por la puerta. Es más divertido y por lo tanto más útil." ("Gramática de la fantasía" de Gianni Rodari)

10 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 10.

Cuando el 8º enanito franquea las murallas de Dos Palmos camino del exilio, ya ha caído la noche. El frío muerde y la oscuridad es casi absoluta pues la luna apenas asoma en un gajo de melón finísimo. Ha estado lloviznando todo el día y por sus fosas nasales trepa un intenso olor a pinaza húmeda. No sabe qué dirección tomar. Puesto que salir a cazar es una tarea adulta que comienza precisamente con la mayoría de edad, jamás se ha aventurado lejos del pueblo, a lo sumo ha participado en picnics familiares y excursiones escolares a una hora de camino. Un cúmulo de gorjeos, pisadas y movimientos de origen desconocido lo ponen en estado de alerta. La tentación de volver sobre sus pasos y suplicar a los guardianes de la entrada a Dos Palmos que lo readmitan, aunque sólo sea subrepticiamente por unas horas, resulta casi insoportable.
Como cada vez que se ha sentido en una encrucijada y necesitado de consejo por una instancia superior, abre al azar el libro de Krmpatichof y, enfocando con su linterna de mano la página afortunada, lee: "... descomisar la manipulable atribución al espíritu de un componente extrasensible es el avance sulfúrico hacia el fortalecimiento de su ductilidad". No entiende una palabra, pero se agarra a la inclusión de "avance" como a una indicación para que reconsidere su primer impulso de regresar a casa y, por el contrario, tire millas sin mirar atrás. Así lo hace y, cuando apenas ha recorrido unos pasos en dirección noroeste, se ve engullido de forma violenta por un agujero en la tierra. Desciende a una velocidad de vértigo, una hambrienta aspiradora subterránea lo succiona hacia las entrañas del subsuelo. Intenta frenarse con sus diminutas manos y pies, mas el gesto es tan baladí como buscar asideros en el cielo abierto durante una caída libre a 1500 pies de altura. Baja, baja y baja. Oye un grito desgarrador que proviene de las profundidades del esófago rasposo, elicoidal y tenebregoso pero descubre despavorido que aquél sale de su garganta. Entiende de golpe que está experimentando en su propia carne el sueño premonitorio que lo aterró. Instantes antes del impacto, profesa mentalmente unos deseos nada amistosos hacia su hasta entonces filósofo croata enano de cabecera, los cuales hace extensibles al conjunto, sin excepción, de su parentela. (Continuará...)

04 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 9

Cuando al principio de esta historia se dijo que el 8º enanito se labró su propio camino es porque malinterpretó drásticamente su particular sueño premonitorio. No buscó consejo ni asesoramiento de nadie, guardó celosamente el contenido de su pesadilla. De haberlo hecho, los más veteranos de Dos Palmos le habrían advertido de su error fatal, conminándole a arrancarse la pestaña sin temor alguno y, sobre todo, previniéndole contra la idea de aventurarse lejos de los límites del pueblo, pues allá fuera se agazapaba la verdadera amenaza detrás de esa terrible visión onírica. Pero el 8º enanito, desconfiado e introvertido por naturaleza tras haber sido motivo de chanzas por su transgresión numérica y su condición de zurdo, procedió por el método de Juan Palomo. De no haber sido así, su figura habría rutilado en Dos Palmos, introduciendo revolucionarios conceptos argonómicos en el mobiliario doméstico e, ironías del destino, llegando a ser comisario jefe de eventos festivos. Y eso no es todo: habría continuado desafiando los patrones genéticos de su raza convirtiéndose en el primer progenitor de nueve enanos, el último de los cuales habría sido una niña zurda y miope, que a buen seguro habría expandido los horizontes de la experiencia enana, enriqueciéndola con un sinfin de posibilidades jamás concebidas por sus congéneres. En cualquier caso, el 8º enanito pagó con el destierro su espíritu independiente. Acostumbrado a los reveses, aceptó el veredicto con estoicismo. Se despidió de sus compungidos padres (abrumados por una inconsolable sensación de fracaso puesto que lo habían educado como a un hijo más, pese a que podrían haber sido sus abuelos) y de sus aliviados hermanos (ellos siempre intuyeron que les traería problemas, por lo que la restitución del balsámico 7 les proveía de renovados ánimos para encarar el futuro), llevándose consigo un par de mudas, un tupperware con comida para tres días y un libro de aforismos del filósofo croata enano Krmpatichof. Tardaría exactamente ocho minutos en encontrarse en apuros. (Continuará...).

Les peixateres bessones



Podrien protagonitzar una tarda al "Diario de Patricia". Les trobareu venent peix al Mercat del Ninot i, després d'un primer moment en que et sembla haver entrat a un episodi de la "Dimensió desconeguda", et deixes portar pel seu art tallant el rap, escollint les millors gambes llagostineres o posant-te una miqueta de julivert dins la bossa.

03 abril, 2007

Propranolol


La llave de nuestros recuerdos se llama adrenalina. Fijamos unos determinados momentos con suma nitidez en la memoria por el chute de la misma que estos nos generan. Ahora se ha demostrado que una droga llamada propranolol -diseñada originariamente para combatir enfermedades del corazón- es capaz de inhibir la potencia con que aquella actúa. No está capacitada para borrar los recuerdos como aventurara la película de Michel Gondry, pero sí de que estos adopten una configuración borrosa y abstracta, reduciendo el dolor que los acompaña. De esta forma, alguien que haya pasado por una experiencia límite podría, ingiriendo de inmediato generosas dosis de propranolol, disipar la amenaza de ser una candidato a padecer un síndrome de estés postraumático. Más peculiar es su potencialidad para trabajar de forma retroactiva: durante varias sesiones uno toma el producto químico y se concentra en convocar un episodio terorífico de su pasado hasta que este va perdiendo su agresividad.
La comercialización del propranolol despierta muchos interrogantes éticos y morales, pues los motivos a favor y en contra están equilibrados. Me quedo con la siguiente reflexión que lanza el autor del artículo ("Amnesia is the New Bliss"), Chuck Klosterman, en la revista Esquire:
"¿De qué tamaño es tu vida? La respuesta es fácil: tu vida es tan grande como tus recuerdos. Los hechos que se olvidan siguen teniendo un impacto en los demás, pero no lo tienen en ti, esta es la argumentación central del film Memento. La realidad se define por lo que sabemos y nosotros (obviamente) no podemos saber lo que no recordamos. Esto supone que el propranolol brinda la ocasión de encoger la realidad. No hace que los acontecimientos del pasado se esfumen por completo de la mente, pero altera su significado y su contexto. De forma que si la personalidad de cada uno consiste simplemente en la suma de sus realidades (y si la realidad no es más que una acumulación de recuerdos), se puede postular que el propranolol es una droga que consigue de forma artificial hacer más pequeña la vida de la gente".

02 abril, 2007

500 millones de pesetas en cosas...


El salto al largo, esa expresión que los directores curtidos en mil y una minibatallas, los saltadores en cuestión, odian cordialmente, nos ha permitido descubrir los estimulantes universos creativos de cineastas con mucho que contar. Rodrigo Cortés es uno de ellos: ya en el modélico corto “15 días” revelaba su espídico sentido del ritmo, una frenética estructura narrativa que en “Concursante”, su primera película de larga duración, es la reina de la función. Y es que Cortés plantea la odisea de Martín Circo Martín, ganador del mayor premio de la historia de la televisión, como un trepidante “Si lo sé no vengo”, un descenso a los infiernos del que hace partícipe al espectador, como aquellos sufridores del “1, 2, 3... responda otra vez”: interpelaciones a cámara del protagonista, montaje sincopado, saltos temporales, arriba y abajo, atrás y adelante, montaña rusa. Visualmente poderoso, el film explota con abundantes recursos una trama-burbuja que, explicada de otro modo, hubiera pinchado a las primeras de cambio. Mérito del director, que hasta se permite la wilderiana licencia de relatar la trama desde la voz de un muerto. “Concursante” tampoco sería lo que es sin Leonardo Sbaraglia. Sobre sus hombros reposa y el argentino se luce en un tour de force merecedor de premios que no le den tantos disgustos.

(Ja sé que l'autocita no és massa elegant, però ni que sigui per pillar algun espectador al vol per la peli... Crítica publicada al Go Mag, març 2007)