30 junio, 2010

Toy Story 3


Es muy improbable que pueda disfrutar más con otra película en lo que queda de año. Ni la versión original a palo seco, ni la masiva ingestión de palomitas en la sala, ni sus asientos exageradamente reclinables, ni la nula necesidad de verla en 3D sabotearon un ápice la fiesta. Dos genialidades: la conversión de ese símbolo absoluto de la inocencia infantil que es el osito de peluche en el malo de la función y el corroborar uno de las mayores sospechas que uno tiene de niño pero que es incapaz de articular en palabras: que el Ken de Barbie pierde más aceite que una refinería. Ojalá convenza a mi padre, que no entiende cómo me gustan las películas de animación por asociarlas con Bambi, que vaya a verla. Hay amigos que se mofan de mí por abusar del adjetivo maravilloso (soy un alma propensa a la exaltación) pero si TS3 no es una MARAVILLA Buzz Lightyear tiene poderes espe/espaciales.

26 junio, 2010

Fútbol

Una de las escasas aficiones que nos seguían diferenciando a los europeos de los americanos era el fútbol. Ellos habían conseguido exportarnos todo un sistema cultural, hacernos ansiar una way of life (que, por poco que uno rasque, está sumamente vacía), incluso adoptar una alimentación rápida y calórica directamente asquerosa pero, con la excepción de la NBA, sus prácticas deportivas nos las traían al fresco, veíamos el béisbol y el fútbol americano como rarezas a un tiempo soporíferas e impenetrables. Los del Viejo Continente teníamos en el fútbol, igual que en los vinos y las catedrales, un elemento de diferenciación, una línea Maginot identitaria. Pues resulta que, al menos aquí en Nueva York, se sigue con entusiasmo la Copa del Mundo, en gran parte gracias al buen papel de su selección. Ha caído una de las últimas barreras, señores y señoras, el balompié y el soccer ya hablan el mismo idioma. Ahora que pienso, los vinos producidos en Napa son riquísimos y ganan cuota de mercado internacional a marchas forzadas. Suerte que con las catedrales no tienen nada que hacer.

23 junio, 2010

Hasta hace dos meses jamás había oído hablar de Gay Talese y ahora sé que es el modelo de periodista al que acercarse a cien kms justifica dedicar una vida a esta profesión. Entre el asombro de leerlo con babero y el sueño de conocerlo en persona pasó un mes. Ayer fue la cita. Fue como si a un aprendiz de director le presentaran a Billy Wilder o como si te gusta pintar y resucitan a Miguel Ángel para que te dé un taller personalizado. En efecto lleva los trajes más elegantes que existen, cuando muera deberían ir a un museo.


Qué felicidad estar tan lejos de los petardos y la bulla verbenera. Nueva York sigue ganando cada vez que la visito. Correr en Central Park cada mañana, leer The New York Times para ver que hay un periodismo de investigación impresionante, comer hamburguesas recocidas en un diner, pagar una pasta por cada Vanilla Coffe de Starbuck´s, que te creas un ignorante y luego visites el MOMA y un matrimonio no sepa que los de una fotografía son Sartre y Beauvoir y una chica vea "The Wheel" de Duchamp y la confunda con una extravagancia posmoderna... una gozada todo.

Con mathiessen

Resguardado a la sombra de un árbol frutal en su terreno de seis acres en Sogaponack, Peter Mathiessen , descalzo y cejas hirsutas, rostro de patricio romano, 83 años de aventuras, viajes, libros y premios a sus espaldas, aguarda mi última pregunta. Y yo que tengo delante a alguien que trabajó como espía para la CIA en París en los años 50, que fundó la mítica revista literaria "The Paris Review" donde Kerouac y Roth publicaron sus primeros textos, que vivió con una tribu de Nueva Guinea, que escaló el Himalaya, que miró a los ojos a un tiburón blanco, que es uno de los mayores naturalistas americanos, que ha hecho de la defensa de los derechos de los indios americanos parte de su razón de ser, que ha cazado en África, que ha sido guía de safaris en Texas, que se ordenó monje budista y comanda un centro de meditación zen, yo a este hombre le pregunto: "¿Y cuál es la mayor lección que le ha brindado la vida?" Y él responde: "Simplifica".

22 junio, 2010

Percance aéreo

El vuelo 151 de American Airlines con destino a Nueva York llevaba tres horas en el aire cuando el piloto anunció que un problema técnico obligaba a desviar la ruta y a aterrizar en una base militar americana en las Azores. La extraña reverberación que llegaba de la parte posterior de la avión se convirtió para todos los que estábamos cerca de la cola en el flamear de una bandera pirata anunciando peligro. ¿Qué va a decir el comandante si no que "todo está controlado"?

No fue un aterrizaje de emergencia, pero sí inestable, el aparato se ladeó en exceso y el frenazo resultó brusco. Pero sobrevivimos. A lo que casi no sobrevivimos fueron a las 9 horas que pasamos en una sala esperando a que un avión llegara de Londres al rescate. A los americanos (el 90% del pasaje) hay que reconocerles espíritu práctico, sosiego y humor: pese a que muchos veían caer por la borda sus vuelos de enlace y todos no teníamos más que patatas y croissant de chocolate para matar el hambre, nadie rechistó, incluso un buen número aplaudió al simpático comandante que avergonzado y chistoso nos iba poniendo al corriente de los constante retrasos y percances que amenazaban en convertir aquello en el Lost luso (afuera se veía mucho verde, alguna vaca pastando, quién sabe qué misterios nos aguardaban isla adentro) Me pregunto si de haberse tratado de un vuelo de Iberia con muchos tipos luciendo la camiseta de la selección nacional no habría acabado en batalla campal.
Finalmente nos rescataron y nos encontramos a la 1 de la mañana hora española comiendo unos macarrones al pesto en un avión sin reverberaciones y viendo la misma película por segunda vez. Aterrizábamos en JFK a la 1:3 hora local en vez de a las 13:30 como esperábamos. Auguro que no son pocos los americanos que contarán que han estado en Portugal.

17 junio, 2010

SÓNAR KIDS


El pasado sábado en el Sónar Kids me pregunté si mis padres me habrían llevado de niño en el caso de haber existido semejante modernez. Mi padre, el mismo que actualizaba casi cada semana su discoteca de pop/rock en Gong Discos (recuerdo poner sus vinilos de Michael Jackson, Prince, Pink Floyd, Roxy Music), quizás sí, aunque dudo que hubiera conectado con la música electrónica (suena extraño pensar en el progenitor de uno como un tío enrollado, pero él era incluso más joven de lo que yo soy ahora cuando se compraba esos discos) Mi madre, cuyas preferencias a la hora de encender el tocata estaban con Perales y Mocedades, queda descartada si nos atenemos a criterios musicales aunque, de habérselo pedido, por cariño me habría llevado a un festival de caracoles flautistas. Luego pensé que es imposible dar ese salto de la imaginación, porque la imagen que guardo de ellos durante mi infancia la componen las patillas largas, los pantalones algo acampanados, los colores chillones, el SEAT 127... y los padres que vi pululando por ahí parecían sacados de una ilustración de Labanda o de una letra de hip hop.


Es admirable la velocidad de la red para generar chistes. En esta simpática imagen se condensan además las dos áreas que provocan los mayores reflejos: el sexo y el fútbol.

14 junio, 2010


"El que paga todo lo que necesita es un rey. El que mantiene vivas sus ovejas durante el invierno, vive en un palacio" ("Gente independiente", Halldór Laxness)

13 junio, 2010

Un gazpacho con Irving


¿Quién me iba a decir cuando de adolescente leí "El mundo según Garp" que algún día estaría comiendo mano a mano con su autor, viéndolo sorber un gazpacho y pidiendo en un castellano más que aceptable un "café caliente con leche" (qué estómago tienen los americanos para acabar el almuerzo con semejante tazón), que podría mirar con detenimiento el tatuaje del tartán de luha grecorromana en su antebrazo derecho, y que al rato se uniría su mujer, y que los vería comentar el sms enviado por su hijo desde Insbruck alarmándolos con la perspectiva de practicar rafting, y que ella me acabaría invitando a cenar a su casa de Vermont?


La posibilidad de que algo así aconteciera me habrían parecido tan inverosímil como alguno de los delirantes pasajes que me iba encontrando en aquella novela. Tiene razón Irving al molestarse por la obsesión acerca de cuánto hay de autobiográfico en sus historias pues en un mundo dónde todo puede ocurrir, ¿qué importancia tiene si en realidad tuvo lugar o no?

06 junio, 2010

HIGHGATE CEMETERY





Escapada a Londres con motivo de una entrevista. El día previo a la cita me acerco al escenario principal de la novela: el Highgate Cemetery (el coqueto East puesto que el mastodóntico West sólo admite tours con cita previa y me han faltado reflejos). Me detengo ante la joya de la corona, la tumba de Karl Marx, un enorme túmulo coronado por un busto no menos imponente del pensador. En conjunto, demasiado ostentoso y poco estético, pero la frase inscrita al pie lo redime sobradamente: "The philosophers have only interpreted the world in various ways. The point however is to change it".

Me llama también la atención la modesta placa sobre el sepulcro de un soldado republicano, Koque Martínez, en la que leemos: "Painter Poet Sculptor Humanist Idealist Optimist Like Don Quixote he strove to Improve the World"; la de un amante de los libros y la sobrecogedora tristeza que transmite, pese a la serenidad de sus líneas, la estilizada mujer que se tapa el rostro sobre la tumba de la escultora Anna Mahler, hija del compositor.

03 junio, 2010

2 recomendaciones:


1. Que entréis en el blog de Berto Romero (http://www.elcansancio.com/berto/panda/) para conocer al panda más cabrón de la historia...

2. y que leáis ese artículo de la revista Slate sobre las paradojas que generan los viajes en el tiempo:
www.slate.com/id/2225223