También es verdad que el 8º enanito era diferente al resto de sus congéneres. Para empezar, supuso una anomalía de la especie. Hasta su nacimiento, se creía que siete era el número máximo de hijos que podía tener una famila de enanitos. Sus padres, cerca por entonces a jubilarse, ni siquiera usaron protección. En su pueblo natal, Dos Palmos, las malas lenguas cuchicheaban acerca de la posibilidad que fuera adoptado o, peor aún, resultado de un secuestro. La falta de base de estas aviesas conjeturas quedó pronto al descubierto. El mundo de los enanitos tiene unas dimensiones acorde con el tamaño de sus miembros. Pero su condición de milagro de la naturaleza no era la única particulariedad del 8º enanito. Otra, en apariencia menor si bien más determinante en el curso de su accidentada existencia, fue que con él vino al mundo el primer enanito zurdo de la historia. (Continuará...)
28 febrero, 2007
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|