Descubro que me une algo a ese sinuoso sueño platónico del amigo Monty: Leonor Watling. La escritora Banana Yoshimoto le ha dedicado a ella, a otro miembro de Marlango y a un servidor ejemplares de su (excepcional) último trabajo publicado aquí, Sueño profundo, que nos han llegado vía Tokio. Dedicatoria por cierto muy naïf, plagada de corazones.
08 marzo, 2006
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