23 junio, 2010

Con mathiessen

Resguardado a la sombra de un árbol frutal en su terreno de seis acres en Sogaponack, Peter Mathiessen , descalzo y cejas hirsutas, rostro de patricio romano, 83 años de aventuras, viajes, libros y premios a sus espaldas, aguarda mi última pregunta. Y yo que tengo delante a alguien que trabajó como espía para la CIA en París en los años 50, que fundó la mítica revista literaria "The Paris Review" donde Kerouac y Roth publicaron sus primeros textos, que vivió con una tribu de Nueva Guinea, que escaló el Himalaya, que miró a los ojos a un tiburón blanco, que es uno de los mayores naturalistas americanos, que ha hecho de la defensa de los derechos de los indios americanos parte de su razón de ser, que ha cazado en África, que ha sido guía de safaris en Texas, que se ordenó monje budista y comanda un centro de meditación zen, yo a este hombre le pregunto: "¿Y cuál es la mayor lección que le ha brindado la vida?" Y él responde: "Simplifica".