07 mayo, 2007

La cerveza china no entra en el menú


Además de que me llegará la muerte y de que no me voy a quedar calvo, sólo tengo una certeza en la vida. Y es el cierre del diálogo con la camarera del restaurante chino vecino al trabajo que me toma el pedido.


-¿Y para beber?


- Ya sé que no entra en el menú, pero tomaré una cerveza china.


- La cerveza china no entra en el menú.


- Lo sé, pero me la tomaré igual.


- De acuerdo.


Tan previsible como la toallita caliente y la cestita con pan de gamba, este infalible y ya entrañable intercambio verbal se corona a la hora de ir a pagar con un último recordatorio por su parte: "La cerveza china no entra en el menú". Qué seguridad y paz interior procuran los bucles.