Escapada a la preciosa Tolouse con parada en el Versalles dieciochesco a través del film "Marie Antoinette", presunto cierre de una trilogía de Sofia Coppola sobre chicas perdidas en entornos hostiles y extraños que las aboca a un cuestionamiento de su identidad y un cierto vértigo ante el futuro. Podrán gustar o no las películas de la benjamina del apellido losa, pero nadie podrá negarle un exquisito sentido de la estética y una sensibilidad para conectar los estados emocionales con su más pertinente banda sonora. Al plantearse como un seguimiento de los fastuosamente absurdos rituales de la corte, al seguir una estructura ciclotímica en respuesta a la dificultosa adaptación de la reina adolescente a sus nuevos cometidos, cuesta entrar en la película, que personalmente disfruté más a posteriori, repensándola (lo que supongo que significa que, en el fondo, algo falla). Desterrado el argumento, su fuerza son destellos de preciosa fotografía, montajes rápidos a mayor gloria del despilfarro y un desconcertante recurso a la música electrónica y al rock (en cápsulas brevísimas) que achican de un plumazo la distancia histórica y facilitan una empatía directa con la descabezada monarca. Hablando de la cual... cabe preguntarse si en el fondo no radica toda la gracia en la belleza entre panteresca y distante, y en la simpatía ñoña y de suavizante para el pelo, que derrocha esa monería llamada Kirsten Dunst.
15 junio, 2006
Marie Antoinette
Publicado por lozzy en 14:12
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|