23 diciembre, 2010

Berlín Polar

Escapada relámpago para entrevistar a un tipo que primero vivió en una caravana holandesa, ahora en un molino berlinés y próximamente en una granja irlandesa. En su libro Sorry (Premio Frederich Glauser a la mejor novela negra de 2010 en Alemania, Suiza y Austria), el vegetariano, misántropo, neohippy y encantador Zoran Drvenkar, fenómeno germano de la literatura juvenil, ha transformado la necesidad de ser perdonado en el detonante de una carnicería y a ti, incauto lector, te ha reservado el papel de un psicópata.
Esto era sólo un preámbulo para colgar cuatro fotos apresuradas de un níveo Berlín donde reinaban con absoluta impunidad unas temperaturas que sólo podían hacer felices a un oso polar. Me sentí un producto de La Sirena. Luego me cancelaron el vuelo de regreso y descubrí que la rabia puede ser un soberbio anticongelante.










17 diciembre, 2010

TEMA DEL MES "QUÉ LEER" Nº 160

El escritor como trofeo

La obsesión de las publicaciones por ser los primeros y/o los únicos en publicar una entrevista con un escritor está saboteando el periodismo literario. Cuando la exclusiva es más importante que la satisfacción del lector, el modelo “Sálvame” se recorta en el horizonte. texto ANTONIO LOZANO


El periodista acaba de imprimirse los billetes de embarque para la entrevista que tiene al día siguiente cuando le suena el móvil. Es la jefa de prensa comunicándole compungida que no puede viajar. Un colega de la competencia ha puesto el grito en el cielo y ha amenazado con que su medio no publicará nada si tiene compañía.

Una jefa de prensa negocia tres entrevistas con un prestigioso autor, lo que le supone una cansina sucesión de cambios, un tira y afloja en forma de llamadas telefónicas y de emails a varias bandas. En el camino se suma el enfado del escritor, que ha aceptado a regañadientes un encuentro extra con la prensa (sólo quería dos) y el enojo de varios periodistas que han visto denegada su solicitud de una cita. Se hacen las tres entrevistas. Dos se publican y la tercera, la que más costó cerrar, no. ¿Motivo? Porque ya se han publicado las de la competencia.


Un periodista se lee una novela de quinientas páginas deprisa y corriendo porque debe apagar un fuego, prepara el cuestionario, se cita con el escritor, transcribe la cinta, completa el texto, lo envía. Pasan los días y aquella pieza que se encargó como si de su inmediata publicación dependiera el futuro de la cultura europea no da señales de vida. El periodista interroga a los jefes. “Ya está quemada, la dieron los otros, lo siento”. El periodista no cobra el trabajo porque no vio la luz, por lo tanto es varios euros más pobre (no muchos, por desgracia), siente un vacío de quinientas páginas en el estómago y hay una docena de horas de su vida con el mismo valor que un billete de lotería sin premiar.


Un lector se entusiasma con la entrevista a un escritor que aparece en su periódico de confianza. Recorta la página. Acude con ella a la librería. Ya siente en las palmas de las manos el peso del ejemplar e incluso diría que sus neuronas han comenzado a reproducirse a mayor velocidad ante la expectación del alimento intelectual que se avecina. Entonces es cuando le toca al librero el ingrato papel del aguafiestas al tener que comunicarle al cliente que aún faltan algunas semanas para que se edite el libro. El lector abandona entre frustrado y perplejo la librería; él juraría que cuando entrevistan a un actor o a un músico es porque su película o CD ya está disponible; también pondría la mano en el fuego al suponer que una exposición sólo se reseña si ya se ha abierto al público. Tendrá que comprobarlo.


Y tra la lí, tra la lá, en este conjunto de cuentos tenemos a tres periodistas furiosos, dos jefas de prensa amargadas y un lector con un palmo de narices. La única que sonríe ufana por encima de todos es la vanidad del responsable de la publicación que consiguió la exclusiva, que se adelantó al rayo.


El modelo Fórmula 1

Todos los casos reales descritos con anterioridad son el pan de cada día en la selva en que se ha convertido el periodismo literario (sólo puedo hablar por éste), una carrera por llegar antes, que no es por supuesto lo mismo que llegar mejor, y que muchas veces impide siquiera llegar. Uno pensaría que una publicación, sea un diario o una revista, debería ser un servicio público que tuviera como prioridad informar, orientar, asesorar y cultivar al lector. Por el contrario, parece que con demasiada frecuencia actúa movida por la satisfacción corporativa o personal de poder colgarse la medalla de haber dado algo antes que nadie o, mejor aún, de privarle al otro de la satisfacción de darlo. Esta conversión del periodismo en un campeonato de Fórmula 1 parte de la absurda presunción de que el lector de un medio de comunicación lo es también de los de la competencia. No es así, pero incluso si lo fuera, ¿por qué no pensar que la reiteración de un tema permitiría profundizar en él?

Si estuviéramos hablando de quién da el primer paso en destapar el nuevo caso Watergate se entendería el celo profesional, pero la materia prima con la que se trafica es el puro placer lector. ¿No es infantil privar a tu lector de un artículo sobre un autor de su interés porque un individuo que no conoce sí ha podido disfrutarlo en un medio que el tuyo no compra? En un momento en que las redes sociales y los blogs demuestran que lo que más valora el individuo es compartir, en que la recomendación abierta y vírica es la estrella, la fosilización de algunos medios al pretender apropiarse de los contenidos se antoja cavernícola. Cuando menos, la guerra por una entrevista o un avance editorial en exclusiva resulta particularmente ridícula ahora que estamos a un clic de docenas de ellas en todos los idiomas. La capacidad de cada periodista literario para convertirse en un prospector fiable y despertar interés por aquellos títulos que merezcan la pena debería ser la principal regla del juego y no la transformación de los escritores en trofeos. Si no, todos trabajamos de más, todos perdemos. De seguir así, el siguiente paso quizás sea adoptar el modelo de Sálvame y pagar a los autores para que se limiten a conceder entrevistas a las publicaciones que los patrocinen.

02 diciembre, 2010

"Cosas que desaparecen" por Bernardo Atxaga en "El País"

"Cuando no hay más lógica que la económica y solo ella dicta las normas, muchas cosas desaparecen. Desaparece la gente de las ventanas, porque el tiempo que hasta mediados del siglo XX se empleaba para ver pasar a la gente por la calle o para escuchar el canto de un pájaro se necesita ahora para hacer algo provechoso, es decir, para ganar algunos euros, o para preparar un examen, o para solucionar un asunto, o dos asuntos. Desaparece también la conversación, porque, al haber siempre un quehacer, la gente lo deja para otro día, otro sábado, otro verano. Desaparece igualmente la amistad, porque es difícil quedar, porque la gente tiene la agenda rellena. Por la misma razón desaparece la vida familiar. Como decía un tango, la gente llega a casa deshecha por la máquina, sin más gana que la de ver televisión. Además, siempre hay una llamada telefónica pendiente. Apareció un campesino que trabajaba para él, un hombre mayor, y Chillida lo saludó efusivamente. Me pareció que estaba emocionado: "¿Sabes? Yo siempre he querido mucho a mi país. Por eso quiero hacer esto. Será mi aportación, una forma de corresponder". El recuerdo resulta ahora descorazonador. Como dicen los ingleses, ninguna buena acción queda impune.Chillida-Leku era un lugar donde los amigos o la familia podían pasear tranquilamente, contemplando el paisaje y las esculturas y hablando de lo que, en general, no se toma en cuenta. De la ingravidez que el artista confería a la materia, por ejemplo, o del contraste entre la hierba y el hierro, o de la tradición de los herreros y ferrones del País Vasco. Pero, ¿quién podía permitirse el lujo de ir hasta allí y pasar la tarde? Resultaba difícil incluso para la gente de San Sebastián, porque diez kilómetros son diez kilómetros, y treinta esculturas -treinta esculturas abstractas- como ochenta o como cien, porque no puedes mirarlas y exclamar: "¡Una vaca!". Sin esa clase de expansiones, las dos horas que requería la visita daban la impresión de ser 12 o 14. Aunque, en realidad, aunque las dos se quedaran en dos, ¿no era mucho tiempo? Ah, quién pudiera ser vaca, y disfrutar de la bonita tarde o de la bonita mañana, y rumiar, y mugir despreocupadamente.

El caserío de Chillida-Leku se llama Zabalaga. Estuve allí con el escultor cuando todavía estaba en ruinas. Hablamos del "país" y de sus problemas, y de la marcha del arte vasco. Le vi un poco triste, y tuve el impulso de hacerle una confidencia. Había estado aquella semana en una reunión de artistas vanguardistas vascos, y uno de ellos había dicho: "No coincido con Chillida en muchas de sus posturas, pero como artista le admiro profundamente". A esa declaración le habían seguido otras, todas en el mismo sentido. Insistí con vehemencia: no estaba solo, no más de lo que suelen estarlo los verdaderos artistas.

No ha muerto Chillida-Leku por ninguna desidia, ni por la mala cabeza de nadie, sino por un aire que corre y que todo traspasa, por esa lógica económica que nos promete el paraíso y que sin embargo, aún en el mejor de los casos, nos quita lo único importante, el tiempo. Si esta materia preciosa vuelve al mundo, el museo resucitará, y con él muchas cosas maravillosas del pasado, ahora desaparecidas

17 noviembre, 2010

Sukkwan Island


Devastado sale uno de leer "Sukkwan Island" de David Vann. Deberían avisar que uno necesitará una mascarilla de oxígeno para poder ir avanzando. Desde ya en el top de las mejores novelas del año. Pese a que en ella no hay exaltación de la Naturaleza sino que, al contrario, esta es un pozo de brutal indiferencia y castigo, la travesía hacia la locura por los inhóspitos parajes de Alaska del protagonista me ha recordado mi pasaje favorito de Knut Hamsun, aquel en el que el ermitaño teniente Glahn en "Pan" sale a los bosques noruegos a fusionarse con el cosmos:


"La primera noche de hierro. A las nueve se pone el sol. Una lánguida oscuridad se posa sobre la tierra, se ven algunas estrellas, dos horas más tarde se vislumbra el fulgor de la luna. Me voy al bosque con mi escopeta y mi perro, enciendo una hoguera y su resplandor brilla entre los troncos de los pinos. No está helando. La primera noche de hierro, digo. Y me sacude una confusa y exaltada alegría por el momento y por el lugar... ¡Un brindis por vosotros, seres humanos, animales y pájaros, un brindis por la noche solitaria en los bosques! ¡Un brindis por la oscuridad y el murmullo de Dios entre los árboles, por la dulce e ingenua eufonía del silencio junto a mis oídos, por las hojas verdes! ¡Un brindis por ese sonido de vida que escucho, un hocico resoplante en la hierba, un perro husmeando la tierra!".

Mi impulso tras salir con una vida menos de las páginas de "Sukkwan Island" ha sido releer por enésima vez el prodigioso poema de Mark Strand "La Noche, El Porche" en busca de una vuelta a la tierra como sinfonía y no como infierno:

"Mirar fijamente sin ver nada es aprender de memoria
Aquello a lo que se nos arrastrará a todos: protegerse
Del viento es sentir que o inasible se halla en algún lugar
cercano.
Los árboles pueden mecerse o estar quietos. El día o la
noche pueden ser lo que quieran.
Lo que deseamos, más que una estación o el tiempo, es la
comodidad
De ser desconocidos, al menos para nosotros mismos. Ésta
es la dificultad.
Del asunto, que es por lo que ahora mismo parece
que estuviéramos esperando
Algo cuya aparición sería en realidad su desaparición...
El sonido, pongamos, de unas hojas que caen o sólo el de una hoja
O menos. No tiene límite lo que podemos aprender. El
libro de ahí afuera
Nos dice eso y no se escribió pensando en nosotros".

04 noviembre, 2010

Copia certificada


Pocas veces he salido tan traspuesto del cine, tan estimulado intelectualmente y a la vez con la sesibilidad tan tocada en su línea de flotación. Cuánta belleza en la película de Kiarostami, cuánta humanidad, cuánto vértigo, cuánto juego, cuánta poesía. Colosal esa escena del café que provoca una mutación tan sugerente que invita a reflexionar sobre ella durante horas con una botella de vino (no picado) delante. Binoche sostiene unos primeros planos con la magia de un retrato de la escuela flamenca. La Toscana se saborea. A la salida de la sala, algo ha cambiado

dentro de uno.

02 noviembre, 2010

"To the Rescue"


La esquiva sugerencia que inspira el cuadro "To the Rescue" de Winslow Homer, que se muestra estos días en la Fundación Mapre dentro de la exposición "Made in USA. Arte americano de la Phillips Collection", encuentra unas semanas después acomodo en esta reflexión de John Berger:



"Uno mira las pinturas con la esperanza de descubrir un secreto. No es un secreto sobre el arte, sino sobre la vida. Y si lo descubre, seguirá siendo un secreto, porque, después de todo, no se puede traducir en palabras. Lo único que se puede hacer es trazar, a mano, un tosco mapa para llegar al secreto".

25 octubre, 2010


"Lo más cerca que había estado Sarah de la verdadera felicidad había sido estando sola: nadando en la piscina cubierta antes de ir a trabajar. Siempre le había gustado el silencio de primera hora de la mañana, el nítido olor del cloro, las altas vidrieras de colores que, durante el verano, filtraban la luz como a través de un tarro de miel. A veces, cuando era la primera en llegar, el rectángulo de agua intacta brillaba con la firmeza y el resplandor del cobre. Disfrutaba del compañerismo que compartía con los otros nadadores -todos nadadores serios a aquella hora-, la sensación de estar sola, libre de los compromisos impuestos por la interacción humana, pero a la vez formando parte de ellos; el solo hecho de estar allí era prueba de su pertenencia. Allí se sentía aceptada. le gustaba quedarse en los trampolines de salida, con la carne de gallina, decidiéndose, y luego la irreversible zambullida en el agua fría, la súbita mutación que le hacía experimentar en la piel: mojada, fría, el pelo mojado también, y no había más alternativa que nadar para entrar en calor. Nadaba largo tras largo: puro sonido y sentimiento, adaptando el ritmo de sus brazadas al de su respiración, sintiendo el flujo encadenado de aire que le recorría el cuerpo. Acomodándose ella misma en una especia de paz interior" (Fragmento del relato "Llamada de Teherán" de Nam Le)

08 octubre, 2010

La ironía de los peces


En "The Grand Design" Stephen Hawking y Leonard Mlodinow hablan de una ciudad italiana en la que, hace unos años, prohibieron la venta de peces de colores. El motivo esgrimido por el ayuntamiento fue que era muy cruel la "visión distorsionada de la realidad" a la que se sometía a estos animales encerrándolos en una pecera.


En "Leviatán o la ballena" Philip Hoare ofrece datos escalofriantes sobre el genocidio de estos crustáceos. Por ejemplo, la población de la especie franca austral se ha reducido en un 90% desde el siglo XIX, sólo quedan 8.000 ejemplares. Los japoneses son los principales culpables de la masacre.

Las conclusiones de carácter histórico y cultural que se pueden extraer de estos datos darían para mucho, pero me quedo con una doble ironía:

En Italia, un país sumido en una distorsión salvaje de la realidad a través de su presidente, que ejercita un dominio propio del tamaño de una ballena blanca de 18 metros, encontramos una denuncia de tal práctica a través de la defensa de los derechos de los pececitos.

En Japón, dueño de posiblemente del mejor acuario del planeta en Osaka y por tanto de las peceras más asombrosas que existen, practica el exterminio sistemático de cetáceos.

01 octubre, 2010

Endymion


Aún conmovido por el romanticismo torrencial del biopic sobre John Keats, Bright Star de Jane Campion, he aquí un fragmento de uno de sus más célebres poemas, que sólo podía escribir alguien convencido que hay una cualidad sagrada en los afectos del corazón y de que sólo debería aspirarse a la perfección en las ofrendas a los seres queridos.

“Endymion”

Las cosas bellas son una alegría para siempre:

su encanto se incrementa; luego, nunca se sumen en la nada;

mas nos guardan una enramada plácida

y un sueño lleno de dulces sueños y salud y calmo respirar.

Por eso, cada día, trenzamos la corona florida que nos ate

a la tierra, a pesar del desaliento, de la cruel escasez de caracteres nobles,

de los días sombríos, de todos los caminos oscuros e insalubres

que hemos de transitar: sí, a pesar de todo alguna forma bella

retira la mortaja de nuestro oscuro espíritu:

el sol, la luna, viejos árboles y otros jóvenes,

cuyas ramas ofrecen un regalo de sombra

a las simples ovejas; los narcisos y el mundo

verdecido que habitan; los arroyuelos claros

que son para sí mismos refrescante refugio

en días de calor; los helechos que crecen

en la mitad del bosque, salpicados de bella

rosa mosqueta en flor: y el sino de grandeza

que imaginamos para los muertos poderosos:

encantadores cuentos que oímos o leímos:

una infinita fuente de aguas inmortales

que cae sobre nosotros desde el borde del cielo.

23 septiembre, 2010

TREME


Por cuanto buscan el pulso de la vida , donde no hay orden ni linealidad, ni estructura ni dirección, las series de David Simon dibujan la misma trayectoria en el monitor de mis constantes vitales como espectador: un arranque moroso y desconcertante que, a medida que voy conociendo a los personajes, se trasforma en un nudo de empatía tan fuerte que acaba en un desenlace del que salgo exultante. En otras palabras, empiezo buscando una trama en los hechos y acabo deslumbrado cuando la encuentro en el interior de los protagonistas.

Lo llamativo del asunto es que las narrativas tradicionales nos han acostumbrado a esperar a que la realidad nos la dividan en bloques como un traje en piezas, cuando sabemos que la vida a la que aquellas pretenden representar es cíclica e indómita, llena antes de tiempos muertos que de nudos gordianos. Y cuando Simon intenta captar esta cualidad amorfa que nos define frente a la artificio de la confección a medida, el espectador (o al menos yo) necesita un tiempo para ajustarme a esta naturalidad.

Toda serie dramática se sustenta en establecer el punto de conflicto que conecta a los personajes. En Lost es un entorno hostil e indescifrable. En El ala oeste.. es la radiación del poder . En Los Soprano es el equilibrio entre una vida familiar y una criminal... Luego se trata de decidir quién sobrevive y quién muere (real o metafóricamente) en el camino, dependiendo de las reglas, azarosas o no, de ese universo en particular y del carácter particular de los implicados.

Lo que más me ha entusiasmado de Treme es que el pretexto trágico de unión es palmario, la devastación causada por el huracán Katrina en Nueva Orleans, pero el hilo fundamental que encadena a los personajes tarda más en aflorar (o al menos para mí, que tampoco soy un dechado en reflejos perceptivos). Y ese sería la creatividad, en un 80% concentrada en la música, pero también repartida por la literatura, la cocina y la preparación de unos disfraces carnavalescos. El que consigue sacarla flote, a pesar de la miseria diaria y los nubarrones en el horizonte, resiste, el que no, sucumbe. Como escribió Halldór Laxness: "El que mantiene vivas sus ovejas durante el invierno, vive en un palacio".

En cualquier caso, Treme, otra obra maestra de David Simon.

20 septiembre, 2010

Paciencia con Marte


Tras estudiar los usos científicos, médicos e industriales da los cadáveres en Fiambres -donde demostró que resultaban imprescindibles para la industria cosmética y automovilística- y responder a interrogantes sexuales como por qué el viagra no funciona con mujeres ni con pandas en Bonk, Mary Roach ha dedicado su último libro, Packing for Mars, a estudiar en qué punto se encuentran los preparativos para enviar una nave tripulada al Planeta Rojo. Leyéndolo descubriríamos cosas como:


- Los exámenes de aptitud psicólogica en Japón incluyen una prueba en la que un candidato a astronauta debe ser capaz de completar figuras de origami a gran velocidad en situaciones de alto estrés.

- Hay voluntarios que se pasan tres meses estirados en una cama para simular la progresiva pérdida de peso en el esqueleto que padecerán los miembros de la tripulación,

- Algunos de los mayores desafíos que plantea una misión tan larga y extenuante son de naturaleza humana, demasiado humana: cómo disponer de los desechos humanos (todos llevan pañales), controlar el olor corporal al no poder lavarse con frecuencia y evitar las constantes náuseas que derivan en frecuentes vómitos.

- La Nasa incentiva que la tripulación mantenga relaciones sexuales con frecuencia, animando a que se multipliquen las combinaciones.

- Un viaje a Marte requeriría que la orina de la tripulación pasara por un proceso de desalinización y purificación que la convirtiera en un refresco para las comidas.

- La mayor amenaza que debería afrontar una expedición a Marte es la radiación cósmica, que derivaría en daños cerebrales y leucemia. Aún no se ha hallado un escudo efectivo contra los rayos procedentes de fuera del sistema solar, aunque se sabe que con los excrementos de la tripulación, ricos en hidrocarburos, se podría crear un cinturón alrededor del casco de la nave espacial de enorme efectividad.

- Conclusión: estamos aún muy lejos de pisar Marte. Y no sólo porque el coste estimado de una misión pionera se sitúa en torno a los 500 billones de dólares.

19 septiembre, 2010

Una historia de la conciencia

(¿Por qué no se me ocurrió ese título hace unos meses? ¿Por qué?)

Leyendo-corrigiendo la traducción del nuevo libro del especialista en neurociencia Antonio Damasio, del que entendí sólo una tercera parte aproximadamente, topé con un par de párrafos que me hicieron sentir como un accidente del universo. Es decir, como lo que somos.

"Todos accedemos libremente a la conciencia, que borbotea de una manera tan sobrada y abundante en la mente, que dejamos que se apague, sin titubear ni vacilar, cada noche cuando nos dormimos, y permitimos que vuelva cada mañana cuando suena el despertador, 365 veces al año como mínimo, sin contar las siestas. Y, sin embargo, pocas cosas de nuestro ser son tan extraordinarias y singulares, fundamentales y, en apariencia, misteriosas como la conciencia. Sin conciencia, es decir, sin una mente dotada de subjetividad, no tendríamos modo de conocer que existimos, y mucho menos sabríamos quiénes somos y qué pensamos. Si la subjetividad no se hubiera originado, de manera muy modesta al principio, en criaturas vivas mucho más sencillas que los seres humanos, la memoria y el razonamiento probablemente no se habrían desarrollado de la manera prodigiosa en que lo hicieron, ni se habría allanado el camino evolutivo hacia el lenguaje y la versión compleja de la conciencia que hoy poseemos los seres humanos.

Sin la subjetividad, la creatividad no habría florecido y no tendríamos canciones ni pintura ni literatura. El amor nunca sería amor, sólo sexo. La amistad habría quedado en mera conveniencia cooperativa. El dolor nunca se habría convertido en sufrimiento, no se hubiera considerado algo malo, sino sólo una dudosa ventaja dado que el placer tampoco se hubiera convertido en dicha o en gozo. Si la subjetividad no hubiera hecho su radical aparición, no existiría el conocimiento ni tampoco nadie que se fijara en las cosas y dejara constancia de ellas; es decir, no habría cultura ni historia de lo que las criaturas hicieron a lo largo de las épocas. Si bien aún no he aportado una definición provisional de conciencia, espero al menos haber dejado claro qué significaría no tener conciencia: cuando falta la conciencia, el punto de vista personal queda suspendido, privado de sus funciones; sin conciencia no hay conocimiento de nuestra existencia ni tampoco conocimiento de que exista algo más. Si la conciencia no se hubiera desarrollado en el decurso de la evolución y no se hubiese expandido hasta alcanzar su versión humana, la humanidad, tal como ahora la conocemos, en toda su fragilidad y vigor, tampoco habría evolucionado. Uno se estremece de sólo pensar que el simple hecho de no haber pasado por un simple recodo en nuestro camino podría haber supuesto la pérdida de las alternativas biológicas que nos hacen ser propiamente humanos. Pero entonces, ¿cómo nos hubiéramos dado cuenta de que faltaba algo?"

¿Que hablen de ti, aunque sea mal?

Al lector malherido le ha dado por la editorial que me da de comer... Le dedica sus cuatro últimos posts, nada menos.

La cosa debe de ser contagiosa, porque Proust's Muffin también ha sentido la necesidad de meterle el dedo en el ojo.

¿Por qué hay editoriales que generan adhesiones inmediatas y editoriales que no? ¿Hay que ser pequeño, mono y financieramente inviable para cultivar simpatías?

13 septiembre, 2010

Fiesta RBA

A pesar de verme obligado a dar la cara en la rueda de prensa del premio con los nervios subsiguientes y de verme rebautizado como Antonio Lorenzo por un miembro del jurado que luego me dio un pisotón, la fiesta de RBA fue un año más todo un éxito, tanto que dos cosas que habitualmente me disgustan, las copas de whisky y los puros, me sentaron divinamente como broche insalubre de la cita. Os adjunto el link de la noticia que dio TV3, sólo superable en orgullo personal por la generosa cobertura que, me aseguran, tendrá la cita en el próximo número de "Lecturas".


03 septiembre, 2010


Un pasaje de "Verano" de Coetzee, o cómo transformar una autobiografía en un ejercicio desmitificador de lo más astuto y con un equilibrio entre el humor el y drama ejemplar, entre el rigor y el espíritu lúdico que los más grandes saben calibrar a la perfección conscientes que en su justa medida se apresa la vida con más fidelidad que nada. Una lectura colosal de este ídem.


"Cree usted que estoy faroleando, lo percibo. Cree que me invento el diálogo para mostrar lo lista que soy. Pero así eran entonces las conversaciones entre John y yo. Eran divertidas. Disfrutaba de ellas. Luego, cuando dejamos de vernos las eché en falta. En realidad, probablemente nuestras conversaciones fue lo más que más añoré. Era el único hombre entre todos mis conocidos que me dejaba vencerle en una discusión sincera, que no soltaba una bravata, se ofuscaba o se marchaba enojado al ver que estaba perdiendo. Y yo siempre le vencía, o casi siempre.
La razón era sencilla. No es que no pudiese discutir, pero dirigía su vida de acuerdo con unos principios, mientras que yo era pragmática. El pragmatismo siempre derrota a los principios; así son las cosas. El universo se mueve, el suelo cambia bajo nuestros pies, y los principios siempre están un paso por detrás. Los principios son el material de la comedia. La comedia es lo que obtienes cuando los principios tropiezan con la realidad. Sé que tenía fama de adusto, pero en realidad John Coetzee era muy divertido. Un personaje de comedia. Una comedia adusta. Y eso, de alguna manera oscura, él lo sabía, incluso lo aceptaba. Por eso todavía le recuerdo con afecto, si le interesa saberlo".

02 septiembre, 2010

17 agosto, 2010

Mapa de las rarezas niponas (2)


Conceptos que al occidental le pueden desconcertar al visitar Japón:


- El japonés inclinará la cabeza en señal de agradecimiento a la menor ocasión.

- El japonés abomina de todo contacto físico, incluso te mirará a los ojos lo menos posible.

- El japonés evitará siempre que pueda darte una negativa, aún a riesgo de volverte loco de confusión e incertidumbre.

- El japonés no se colocará una mascarilla para impedir que le contagies con tus microbios, sino para no hacerte lo propio a ti. El paraguas, por otro lado, protege antes del sol que de la lluvia.

- El taxista japonés luce guantes blancos, los reposacabezas de su vehículo están hechos de ganchillo y sus puertas las abre y las cierra automáticamente desde su asiento.

- En lo decorativo impera el minimalismo y la integración con la naturaleza. El aprovechamiento de la luz natural y la obtención de sosiego espiritual marcan la línea ascética en materia de interiorismo.

- La excentricidad de algunas de las ofertas de ocio y gastronomía de Tokio u Osaka nace de trasplantar conceptos propios de un parque de atracciones a servicios urbanos, de aquí que los restaurantes o los love hotels temáticos, o los salones recreativos de última generación, sorprendan al verse desplazados de los espacios artificiosos que suponen los complejos de entretenimiento de la periferia a las calles centrales de las ciudades.

- La puntualidad de los metros y de los trenes es robótica. En sus vagones se debe silenciar el móvil y tenerlo apagarlo en las zonas reservadas a gente mayor, discapacitados y embarazadas.

- La limpieza es asombrosa, no hay un papel en el suelo y los baños de cualquier estación de metro relucen como, supongo, los del Palacio de Buckingham. Hay calles en las que está prohibido fumar.

- El precio del alcohol es prohibitivo en cualquier local (cervezas a partir de 5 euros y copas de vino a partir de 9).

- Las grandes urbes japoneses cuentan con réplicas a escala 1:1 de sí mismas en el subsuelo. En torno a la red de estaciones de tren y de metro se han erigido ciudades subterráneas con todos los servicios. Uno podría prácticamente vivir en ellas, sin salir jamás a la superficie. En el caso de un ataque nuclear, la vida bajo tierra no diferiría tanto de la llevada a la luz del sol.

- Japón tiene cafeterías atendidas por robots, cafeterías con adolescentes disfrazadas de sirvientas, cafeterías con gatos para que te hagan compañía. En Japón alquilas mascotas por días, hasta el ejecutivo más serio tiene un llavero infantil prendido a su móvil, encuentras fundas para abrillantadores de los personajes de Barrio Sésamo y bebidas con sabores que ni siquiera imaginabas que podían existir.

12 agosto, 2010

Mapa de las rarezas niponas (1)

Que el prójimo te cuente su viaje del verano es como que te enseñe las fotos de sus hijos pequeños o que te pase el vídeo de su boda: la felicidad resulta básicamente unilateral. Sin embargo, la fascinación que me ha producido regresar una vez más a Japón y tener la oportunidad de conocerlo y recorrerlo con más profundidad, me fuerza a caer en el ejercicio más onanista de agosto junto con la siesta. Procuraré redimirme amenizando el trago tirando mano todo lo posible de lo pintoresco, de lo disparatado y de lo visual.

1. No hay lugar en el mundo donde se experimente con mayor simultaneidad y de forma tan acusada los opuestos como en Japón: serenidad/estímulo, tradición/modernidad, orden/locura espiritualidad/excentricidad. Ejemplo: uno puede estar un día contemplando plácidamente el mar bajo un árbol en la isla de Naoshima...





.. o paseando por el sagrado bosque de bambú de Arashiyama...


... o contemplando la célebre "torii" sobre el agua en la isla de Miyajima...




.. y al momento o al día siguiente encontrarse abrazando una calabaza gigante





... o topándose con una farola con forma de robot estilizado...



... o sentándose en un lavabo inteligente que expulsa un chorro de agua caliente ahí donde más se agradece






23 julio, 2010

"Delicades"


Quizás porque en un momento de la obra se cita a una tal Trini en los agradecimientos y yo tenía una tía abuela llamada Trini y porque la repetición de un monólogo sobre el afán de guardar cosas en apariencia inútiles que luego se reciclan para otros usos me recordó a mi abuela paterna, Rosita, una obsesiva coleccionista de hilos, papeles para envolver, cajas de cerillas, tarros... el caso es que el ya de por sí excelente encadenado de microhistorias inconexas, de aroma rural y vestidas de posguerra que componen la obra "Delicades" de T de Teatre fue más allá de gustarme para causarme un entusiasmo salvaje. Con una austerísima puesta en escena y sin ningún alarde de vestuario, supone toda una lección de que nada tiene más fuerza dramática que un relato oral o un diálogo si hay convicción, humor y sorpresa al compartirlo. Corred a verla.

19 julio, 2010

Fantasmas


Antes de subir a la casa de la Cerdanya donde iba a pasar un par de días trabajando con calma si bien acabé principalmente dándole patadas a una Jabulani en un flamante campo de césped, me habían advertido que había un fantasma que por las noches paseaba sus penas por el desván. De los tres inquilinos que habían pernoctado ahí con anterioridad, dos lo habían escuchado sin ningún género de dudas recorriendo arriba y abajo la planta superior. Confieso que soy presa fácil del miedo (jamás veo una película de terror, por ejemplo) y que la sugestión necesita poco para hacer mella en mí. De manera que, cuando llegó la hora de acostarme, me metí con cierta intranquilidad bajo las sábanas. En mitad de la noche, me desperté a causa del calor y lo primero que percibieron mis oídos fue el claro retumbar de unos pasos en algún punto lejano de la casa. Estos, sin embargo, no pertenecían a un solo individuo, sino a varios y por su cadencia y contundencia parecía que sus dueños estuvieran practicando una marcha militar. Pese a que la vejiga me señalaba un camino, el resto de mi cuerpo me invitaba a la inmovilización. Acabé traicionando a ambos (bueno, a la primera sobre todo) subiéndome las sábanas hasta la barbilla. No fui muy valiente que digamos pero tampoco un miedica de tomo y lomo pues no tardé en conciliar el sueño. Por la mañana, cuando ya lucía el sol y los ruidos básicos llegaban de los aspersores y los pajaritos, le comenté el incidente a mi hermano, que me comentó que él también había oído los pasos. Como lo había hecho en tantas ocasiones ya ni le daba importancia. A la noche siguiente, se reprodujo de forma calcada la secuencia de acontecimientos. Busco muchas explicaciones (animalillos nerviosos correteando, el viento conchabado con la madera para componer música marcial, un electrodoméstico de un vecino desconsiderado...) pero ninguna me satisface. Aquello fue un regimiento de fantasmas con prisas o camino de una batalla.

Al cabo de tres días, volviendo a ver "Mi amigo Totoro" de Hayao Miyazaki me encuentro con una escena en la que un padre y sus dos hijas espantan los sonidos extraños de su nueva casa, que creen embrujada, riéndose a carcajadas forzadas. También dicen que en presencia de un tiburón lo mejor que puedes hacer es intimidarle. Dudo que, llegado el caso, me salga hacerlo. ¿Y si me faltó la pureza de corazón de las niñas de la película para vencer al miedo y descubrir que en el desván aguardaba un espíritu bondadoso y juguetón como Totoro? La próxima vez subo a averiguarlo.

10 julio, 2010

Alergia

Tal y como yo lo veo, pocas cosas buenas han traído las reivindicaciones patrióticas a lo largo de la historia, al menos para los de a pie. Así que prefiero no tener nada que ver con ninguna. Me sentiría como una hipócrita si estuviera recorriendo hoy el paseo de Gracia en defensa del la nación catalana, dada mi total indiferencia hacia la causa y lo muy harta que estoy del tema (sobre todo desde el punto de vista informativo). Y las demostraciones de patrioterismo españolista que previsiblemente se verán mañana me producen más que rechazo: me dan directamente miedo, mucho miedo, mami. Así que lo que me pregunto, en este Fin de Semana de la Encrucijada Patriótica es: ¿se puede vivir sin patria? O, mejor dicho, sentir que uno no tiene patria aun habiendo vivido toda la vida en el mismo sitio, ¿es normal? ¿Le pasa a más gente? ¿Tiene cura? ¿Hace falta que tenga cura?

07 julio, 2010


Días agitados, días locos, días que desafían las leyes de la lógica, días que no han oído hablar de la física ni del físico. Pasear el sábado por Madrid, coincidiendo con el partido de fútbol España vs. Paraguay y el Día del Orgullo Gay, era un continuo saltar la vista de las banderas de España y las camisetas de la selección a las banderas del arco iris y los pechos descubiertos. El cortocircuito se producía cuando ambos universos se cruzaban sobre un mismo cuerpo que, por ejemplo, llevaba el rostro pintado de rojo y amarillo y unos pendientes multicolor, provocando el que uno desterrara de su cabeza esa aparente tautología que es fútbol y homosexualidad. En el fondo ambos recuerdan a circos cuando se ponen festivos, por lo menos emplean sus mismos recursos expresivos.


El martes madrugón histórico (4 de la mañana) para coger cuatro aviones que me permitieran estar en un mismo día en tres países o cuatro para los que se manifestarán el sábado por el Estatut (España, Alemania y Suecia). Desperté en Barcelona, desayuné en Munich y almorcé cerca de Göteborg. La recompensa fue comer mano a mano con un Henning Mankell relajado y con ganas de conversar en un restaurante encantador con vistas al mar, y escucharle contar cosas como ésta: "Los científicos han descubierto que la raza humana procede de África del Sur y que nuestros ancestros originales la abandonaron para conocer mundo a razón de 5 kilómetros por generación, de manera que tardamos 40.000 años en llegar a Filipinas. Una lección de paciencia, de que estamos hechos para no precipitar los acontecimientos, una llamada a la calma".

02 julio, 2010

"Oda" de Pessoa recitado en un acto de homenaje a Saramago:


"Para ser grande, sé entero: nada
Tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
En lo mínimo que hagas,
Por eso la luna brilla toda
En cada lago, porque alta vive".

30 junio, 2010

Toy Story 3


Es muy improbable que pueda disfrutar más con otra película en lo que queda de año. Ni la versión original a palo seco, ni la masiva ingestión de palomitas en la sala, ni sus asientos exageradamente reclinables, ni la nula necesidad de verla en 3D sabotearon un ápice la fiesta. Dos genialidades: la conversión de ese símbolo absoluto de la inocencia infantil que es el osito de peluche en el malo de la función y el corroborar uno de las mayores sospechas que uno tiene de niño pero que es incapaz de articular en palabras: que el Ken de Barbie pierde más aceite que una refinería. Ojalá convenza a mi padre, que no entiende cómo me gustan las películas de animación por asociarlas con Bambi, que vaya a verla. Hay amigos que se mofan de mí por abusar del adjetivo maravilloso (soy un alma propensa a la exaltación) pero si TS3 no es una MARAVILLA Buzz Lightyear tiene poderes espe/espaciales.

26 junio, 2010

Fútbol

Una de las escasas aficiones que nos seguían diferenciando a los europeos de los americanos era el fútbol. Ellos habían conseguido exportarnos todo un sistema cultural, hacernos ansiar una way of life (que, por poco que uno rasque, está sumamente vacía), incluso adoptar una alimentación rápida y calórica directamente asquerosa pero, con la excepción de la NBA, sus prácticas deportivas nos las traían al fresco, veíamos el béisbol y el fútbol americano como rarezas a un tiempo soporíferas e impenetrables. Los del Viejo Continente teníamos en el fútbol, igual que en los vinos y las catedrales, un elemento de diferenciación, una línea Maginot identitaria. Pues resulta que, al menos aquí en Nueva York, se sigue con entusiasmo la Copa del Mundo, en gran parte gracias al buen papel de su selección. Ha caído una de las últimas barreras, señores y señoras, el balompié y el soccer ya hablan el mismo idioma. Ahora que pienso, los vinos producidos en Napa son riquísimos y ganan cuota de mercado internacional a marchas forzadas. Suerte que con las catedrales no tienen nada que hacer.

23 junio, 2010

Hasta hace dos meses jamás había oído hablar de Gay Talese y ahora sé que es el modelo de periodista al que acercarse a cien kms justifica dedicar una vida a esta profesión. Entre el asombro de leerlo con babero y el sueño de conocerlo en persona pasó un mes. Ayer fue la cita. Fue como si a un aprendiz de director le presentaran a Billy Wilder o como si te gusta pintar y resucitan a Miguel Ángel para que te dé un taller personalizado. En efecto lleva los trajes más elegantes que existen, cuando muera deberían ir a un museo.


Qué felicidad estar tan lejos de los petardos y la bulla verbenera. Nueva York sigue ganando cada vez que la visito. Correr en Central Park cada mañana, leer The New York Times para ver que hay un periodismo de investigación impresionante, comer hamburguesas recocidas en un diner, pagar una pasta por cada Vanilla Coffe de Starbuck´s, que te creas un ignorante y luego visites el MOMA y un matrimonio no sepa que los de una fotografía son Sartre y Beauvoir y una chica vea "The Wheel" de Duchamp y la confunda con una extravagancia posmoderna... una gozada todo.

Con mathiessen

Resguardado a la sombra de un árbol frutal en su terreno de seis acres en Sogaponack, Peter Mathiessen , descalzo y cejas hirsutas, rostro de patricio romano, 83 años de aventuras, viajes, libros y premios a sus espaldas, aguarda mi última pregunta. Y yo que tengo delante a alguien que trabajó como espía para la CIA en París en los años 50, que fundó la mítica revista literaria "The Paris Review" donde Kerouac y Roth publicaron sus primeros textos, que vivió con una tribu de Nueva Guinea, que escaló el Himalaya, que miró a los ojos a un tiburón blanco, que es uno de los mayores naturalistas americanos, que ha hecho de la defensa de los derechos de los indios americanos parte de su razón de ser, que ha cazado en África, que ha sido guía de safaris en Texas, que se ordenó monje budista y comanda un centro de meditación zen, yo a este hombre le pregunto: "¿Y cuál es la mayor lección que le ha brindado la vida?" Y él responde: "Simplifica".

22 junio, 2010

Percance aéreo

El vuelo 151 de American Airlines con destino a Nueva York llevaba tres horas en el aire cuando el piloto anunció que un problema técnico obligaba a desviar la ruta y a aterrizar en una base militar americana en las Azores. La extraña reverberación que llegaba de la parte posterior de la avión se convirtió para todos los que estábamos cerca de la cola en el flamear de una bandera pirata anunciando peligro. ¿Qué va a decir el comandante si no que "todo está controlado"?

No fue un aterrizaje de emergencia, pero sí inestable, el aparato se ladeó en exceso y el frenazo resultó brusco. Pero sobrevivimos. A lo que casi no sobrevivimos fueron a las 9 horas que pasamos en una sala esperando a que un avión llegara de Londres al rescate. A los americanos (el 90% del pasaje) hay que reconocerles espíritu práctico, sosiego y humor: pese a que muchos veían caer por la borda sus vuelos de enlace y todos no teníamos más que patatas y croissant de chocolate para matar el hambre, nadie rechistó, incluso un buen número aplaudió al simpático comandante que avergonzado y chistoso nos iba poniendo al corriente de los constante retrasos y percances que amenazaban en convertir aquello en el Lost luso (afuera se veía mucho verde, alguna vaca pastando, quién sabe qué misterios nos aguardaban isla adentro) Me pregunto si de haberse tratado de un vuelo de Iberia con muchos tipos luciendo la camiseta de la selección nacional no habría acabado en batalla campal.
Finalmente nos rescataron y nos encontramos a la 1 de la mañana hora española comiendo unos macarrones al pesto en un avión sin reverberaciones y viendo la misma película por segunda vez. Aterrizábamos en JFK a la 1:3 hora local en vez de a las 13:30 como esperábamos. Auguro que no son pocos los americanos que contarán que han estado en Portugal.

17 junio, 2010

SÓNAR KIDS


El pasado sábado en el Sónar Kids me pregunté si mis padres me habrían llevado de niño en el caso de haber existido semejante modernez. Mi padre, el mismo que actualizaba casi cada semana su discoteca de pop/rock en Gong Discos (recuerdo poner sus vinilos de Michael Jackson, Prince, Pink Floyd, Roxy Music), quizás sí, aunque dudo que hubiera conectado con la música electrónica (suena extraño pensar en el progenitor de uno como un tío enrollado, pero él era incluso más joven de lo que yo soy ahora cuando se compraba esos discos) Mi madre, cuyas preferencias a la hora de encender el tocata estaban con Perales y Mocedades, queda descartada si nos atenemos a criterios musicales aunque, de habérselo pedido, por cariño me habría llevado a un festival de caracoles flautistas. Luego pensé que es imposible dar ese salto de la imaginación, porque la imagen que guardo de ellos durante mi infancia la componen las patillas largas, los pantalones algo acampanados, los colores chillones, el SEAT 127... y los padres que vi pululando por ahí parecían sacados de una ilustración de Labanda o de una letra de hip hop.


Es admirable la velocidad de la red para generar chistes. En esta simpática imagen se condensan además las dos áreas que provocan los mayores reflejos: el sexo y el fútbol.

14 junio, 2010


"El que paga todo lo que necesita es un rey. El que mantiene vivas sus ovejas durante el invierno, vive en un palacio" ("Gente independiente", Halldór Laxness)

13 junio, 2010

Un gazpacho con Irving


¿Quién me iba a decir cuando de adolescente leí "El mundo según Garp" que algún día estaría comiendo mano a mano con su autor, viéndolo sorber un gazpacho y pidiendo en un castellano más que aceptable un "café caliente con leche" (qué estómago tienen los americanos para acabar el almuerzo con semejante tazón), que podría mirar con detenimiento el tatuaje del tartán de luha grecorromana en su antebrazo derecho, y que al rato se uniría su mujer, y que los vería comentar el sms enviado por su hijo desde Insbruck alarmándolos con la perspectiva de practicar rafting, y que ella me acabaría invitando a cenar a su casa de Vermont?


La posibilidad de que algo así aconteciera me habrían parecido tan inverosímil como alguno de los delirantes pasajes que me iba encontrando en aquella novela. Tiene razón Irving al molestarse por la obsesión acerca de cuánto hay de autobiográfico en sus historias pues en un mundo dónde todo puede ocurrir, ¿qué importancia tiene si en realidad tuvo lugar o no?

06 junio, 2010

HIGHGATE CEMETERY





Escapada a Londres con motivo de una entrevista. El día previo a la cita me acerco al escenario principal de la novela: el Highgate Cemetery (el coqueto East puesto que el mastodóntico West sólo admite tours con cita previa y me han faltado reflejos). Me detengo ante la joya de la corona, la tumba de Karl Marx, un enorme túmulo coronado por un busto no menos imponente del pensador. En conjunto, demasiado ostentoso y poco estético, pero la frase inscrita al pie lo redime sobradamente: "The philosophers have only interpreted the world in various ways. The point however is to change it".

Me llama también la atención la modesta placa sobre el sepulcro de un soldado republicano, Koque Martínez, en la que leemos: "Painter Poet Sculptor Humanist Idealist Optimist Like Don Quixote he strove to Improve the World"; la de un amante de los libros y la sobrecogedora tristeza que transmite, pese a la serenidad de sus líneas, la estilizada mujer que se tapa el rostro sobre la tumba de la escultora Anna Mahler, hija del compositor.

03 junio, 2010

2 recomendaciones:


1. Que entréis en el blog de Berto Romero (http://www.elcansancio.com/berto/panda/) para conocer al panda más cabrón de la historia...

2. y que leáis ese artículo de la revista Slate sobre las paradojas que generan los viajes en el tiempo:
www.slate.com/id/2225223

29 mayo, 2010

La condena de la perfección temprana


En el reciente artículo de Babelia sobre Carmen Laforet que firmaba Rosa Montero me llamó poderosamente la atención este párrafo: "Laforet, consciente de su enorme talento, poseía una ambición soberbia y colosal, lo malo fue que carecía de la suficiente fuerza psíquica para sostenerlo". Vaya contradicción tan agridulce, vaya injusticia poética debe suponer ser agraciado con un don y no saber manejarlo, verse sobrepasado por la responsabilidad que conlleva y las expectativas que genera, que suponga más un obstáculo que una bendición cuando no viene acompañado de la fortaleza mental, la constancia y la inteligencia requeridos para sacarle provecho. Como recibir un traje de superhéroe y ser incapaz de extraerle los alfileres. O verter una cafetera sobre el mapa del tesoro.

Aunque quizás a Laforet le ocurrió que escribió a las primeras de cambio su obra maestra, Nada, y precisamente Nada podía superarlo, todo el talento se le manifestó de golpe, al modo de un aguacero o un fogonazo cegador y luego fue buscándolo pero sólo le quedó el resplandor o una ligera humedad ambiental.
Esta idea de los riesgos que implica tocar el cielo demasiado pronto la expresaba con acierto y gracia Hernán Rivera Letelier al respecto del caso más célebre de grafofobia de la literatura universal: "Toda novela, cuadro, partitura ... es perfectible hasta el infinito, las obras de arte no se concluyen, se abandonan. Si uno se acerca demasiado a la perfección y toma conciencia de ello, como le ocurrió a Juan Rulfo, queda paralizado, ya no puede crear más. Se volvió alcohólico el pobre tipo".

26 mayo, 2010

Hitler me replica lo argumentado abajo

http://www.youtube.com/watch?v=XFKoxKQHOk4

The End


Sabiendo que iban a quedar muchos cabos sueltos y decepcionado con la sensación de desconcierto y apresuramiento que había caracterizado la sexta temporada me dispuse a ver el capítulo final con unos niveles de expectación algo descafeinados, con la pena amortiguada que da abandonar un destino vacacional excitante pero del que se es muy consciente que ya es hora de regresar a casa. Y me sorprendí resistiendo las ganas de llorar, aturdido por los ojos de Jack, contemplando primero el avión surcando los cielos y luego cerrándose sobre sí mismos y sobre todo el arco narrativo de la serie en un círculo perfecto.

Si lo razono un momento, la catarsis evangélica de almas en tránsito que se reúne en esa iglesia llena de simbología ecuménica es de juzgado de guardia. Para un agnóstico la estructura profunda del final con Jack confirmando su condición de Jesucristo selvático -cuestiona al padre para luego aceptarlo, es el guía de un rebaño perdido por el que se ofrece en sacrificio, incluso se ha apuntado que recibe la puñalada en el mismo punto que Cristo recibió la suya estando crucificado (hubiese sido ya demasiado que sobre la hierba hubiese desplegado los brazos en cruz...)- es para pedir el libro de reclamaciones. Sin embargo, me emocionó y llegué incluso a verlo coherente con lo que ha significado realmente toda la serie: un puñado de seres heridos por la vida en busca de una salvación espiritual, siendo la isla un lugar donde alcanzar la redención una vez superados una serie de obstáculos que, bajo su apariencia de amenaza sobrenatural y externa (humos negros, susurros, muertos, osos polares...), eran de verdad internos (creer en uno mismo, confiar en el prójimo, ayudarse mutuamente, trabajar en equipo, cicatrizar el pasado...).
Tanto hablar que el tema profundo era la lucha del bien contra el mal cuando en el fondo el campo de batalla se dirimía entre la ciencia + fuerza (los Otros, Dharma, Widmore, Faraday..) y la fe+ el amor, resultando vencedora esta última que es el activo de los personajes y no de los efectos especiales. Los elementos paranormales nos volvían a todos locos pero eran los trucos de predestigitador con los que los astutos guionistas generaban una mitología fascinante que les aseguraba una comunidad de fans arrobados (que es lo que en última instancia la convierte en histórica, ese fluido interminable de teorías y debates de sobremesa).
Es cierto que en tres temporadas se podría haber cosido todo mejor, que ha habido altibajos e hilos argumentales más náufragos que sus protagonistas, que el cartón piedra hacía daño a los ojos, y que habría que maldecir al actor que interpretaba a Mr. Eko por querer volver a Londres de forma apresurada por un ataque de añoranza, pero también que sus creadores han dado una lección apabullante de inteligencia narrativa (todos llevamos años colgados de sus tramas e incógnitas) y de inteligencia emocional (todos nos hemos emocionado con Desmond y Penny, Sawyer y Juliet...). Lost formará siempre parte de esa isla misteriosa que es cada uno de nosotros, en breve pasará del purgatorio de las críticas calientes al cielo de las series eternas.

19 mayo, 2010

Joan Margarit


Tengo la suerte de ser el conductor del primer club de lectura con e-reader que se organiza en Barcelona. La sesión inaugural se dedica a al poemario "Casa de misericòrdia". Su autor Joan Margarit acude a la cita y mi intervención se limita a 2 minutos de introducción porque enseguida el escritor agarra el micro, lee unos cuantos poemas para calentar el ambiente y arranca una sesión magistral sobre su trabajo y su visión del arte que deja a la audiencia salivando y con una sensación de no tocar con los pies en el suelo. Conmovedora como es la poesía de Margarit - ya sólo este título me estremece: Trist el qui mai no ha perdut per amor una casa- él es un torbellino delante del público, enfático, apasionado y contundente. Eso sí, un dechado de sentido común y de "dir les coses com són", de humildad y de caballerosidad.


Para Margarit:

- La poesía es una lucha contra el desorden de la vida, una forma de impartir conocimiento y consuelo.

- Un buen poema es capaz de hacerte sentir "misteriosamente feliz", pero la forma en que lo consigue tiene lugar dentro del mismo, yace en su caja negra, sólo sabemos cómo entramos y cómo salimos de él, pero no le que ocurre en su interior.

- Al contrario que la prosa, frente a la cual el lector es un espectador asistiendo a una sala de conciertos donde presta sus oídos a una pieza ajena, la poesía requiere que la interprete con su propio instrumento, el lector forma parte de la orquesta y su instrumento es único.

- El arte no es democrático, no todo el mundo puede practicarlo porque el talento no es un bien universal.

- Todo lo que es innecesario en el arte le hace daño (aquí hubo un estirón de orejas sin citar nombres al modelo del teatro del shock de Bleito y compañía que convierte una ópera de Mozart en una orgía).

- ¿Poesía de la experiencia o poesía hermética? Si la poesía necesita adjetivos malament. Sólo existe buenos o malos poemas. Eso sí, un buen poema siempre se entenderá, aunque no sea a la primera.

- Son siempre los autores los que pierden a los lectores y no al revés.


"L´Espera"

Tantes coses et troben a faltar.
Cada dia està ple d´instants que esperen
les mans petites que, tantes vegades,
van agafar les meves.
Ens hem d´acostumar a la teva absència.
Ja ha passat un estiu sense els teus ulls
i el mar també s´hauria d´acostumar.
El teu carrer, durant molt temps encara,
esperarà davant la porta,
pacient, els teus passos.
No se´n cansarà mai perquè, esperar,
ningú no ho fa tan bé com un carrer.
I jo sóc ple d´aquesta voluntat
de ser tocat per tu, mirat per tu.
I que em diguis què fer amb la meva vida,
mentre els dies de pluja o de cels blaus
ja estan organitzant la soledat".