Quizás porque en un momento de la obra se cita a una tal Trini en los agradecimientos y yo tenía una tía abuela llamada Trini y porque la repetición de un monólogo sobre el afán de guardar cosas en apariencia inútiles que luego se reciclan para otros usos me recordó a mi abuela paterna, Rosita, una obsesiva coleccionista de hilos, papeles para envolver, cajas de cerillas, tarros... el caso es que el ya de por sí excelente encadenado de microhistorias inconexas, de aroma rural y vestidas de posguerra que componen la obra "Delicades" de T de Teatre fue más allá de gustarme para causarme un entusiasmo salvaje. Con una austerísima puesta en escena y sin ningún alarde de vestuario, supone toda una lección de que nada tiene más fuerza dramática que un relato oral o un diálogo si hay convicción, humor y sorpresa al compartirlo. Corred a verla.
23 julio, 2010
"Delicades"
Publicado por Lozzy en 10:59
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|