18 diciembre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 26.

La cápsula traspasa la ranura y se detiene apenas cruzado su umbral. Las puertas del huevo se abren y el 8º enanito se encuentra en medio de una gigantesca estancia hexagonal. Se siente como un garbanzo despistado que ha caído en un barreño de sopa. Las paredes están forradas de madera. El suelo es de sintética moqueta roja. Justo en en centro se levanta un monolito del mismo tamaño que nuestro minihéroe y que está cubierto por una sábana granate. Como si tuviera vida propia e intuyera un peligro inminente, la mano izquierda del 8º enanito comienza a sudar y a contraerse independientemente de la voluntad de su amo. "Sobre todo no quites la sábana" le susurran las paredes. "Por lo que más quieras, no lo hagas" le transmite telepáticamente hasta la fibra más microscópica de la moqueta. Pero la tentación es soberana y el 8º enanito avanza unos pasos, se coloca frente al monolito y de una enérgica sacudida descorre la sábana. Un frío polar parece adueñarse de golpe de la atmósfera. Diría que sus huesos crujen y que un dardo de fuego empieza a rebotar frenéticamente en las paredes de su estómago. Frente a él ha aparecido un espejo amarillo que le devuelve la imagen de un Cíclope. (Continuará...).

10 diciembre, 2007

Copenhagen

Una ciudad con vagones de tren silenciosos, en los que está prohibido hacer ruido. Una ciudad en la que a nadie se le pasa por la cabeza candar la bici en la calle. Una ciudad con permisos de maternidad de 5 años y de paternidad de 2. Una ciudad sin cortinas, de escasos móviles, de series de televisión subtiltuladas en inglés, de buen gusto, de orden, de armonía, de velas, de muebles de diseño, de ángeles femeninos que descienden de los encapotados cielos para darte indicaciones cuando estás perdido. Lástima de su fijación con los alimentos orgánicos y con un repugnante vino caliente.

04 diciembre, 2007

"Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, los que no componen música, los que no pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del pánico inherente a la condición humana" (Graham Greene)

03 diciembre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 25.

"El 8º enanito escribe "espejo amarillo" en la pantalla táctil y, acto seguido, en la pared de enfrente, hasta hace unos instantes inmaculadamente lisa, se abre una diminuta ranura vertical de la que sale un cegador chorro de luz. Se aproxima con cautela, tapándose los ojos. Cuando está a punto de franquearla, se apaga de golpe la luz y se acerca a recibirlo una cápsula transparente en forma de huevo, que abre sus puertas a compresión, invitándolo a subir. El 8º enanito lo bordea y se asoma al túnel, pero la oscuridad es absoluta. Si hemos llegado hasta aquí, habrá que proseguir, se dice, y sube de un salto de elegante factura. La esfera móvil se cierra y comienza a adentrarse en la negrura. No se ve nada. El tímido zumbido que emite la capsula al deslizarse es el único estímulo sensorial que le mantiene la esperanza de que sigue vinculado a alguna forma de realidad. Pasan los minutos. Transcurre un tiempo indefinido que se le hace eterno. ¿Y si ha sido víctima de una trampa del Cíclope y, al final del trayecto, le espera una celda o un caldero? En el momento en que esta idea comienza a tomar carrerilla, en la lejanía parece divisar un punto de color que perfora el inmaculado agujero negro como la incisión de un escalpelo en el vientre de un jabalí. La cápsula desacelera. El punto se va agrandando. El 8º enanito está a escasos metros de enfrentarse a la mentira de su existencia.". (Continuará...)

29 noviembre, 2007

Words Don´t Come Easy

En un entrañable happening reciente, celebrado en el Saló del Llibre, donde tres "escritores" con síndrome de mono de feria y no sobrados de recursos económicos teníamos que escribir un relato con las palabras que el público nos iba ofreciendo, no altruistamente, sino a cambio de un suculento botín con el aspecto de una piruleta o de un paraguas, pude comprobar la dificultad que tiene muchísima gente para salir con un vocablo. Bastaba con ver mi ordenador y decir "ordenador", mirarse las manos y espetar "dedos", pensar en la cena y automatizar "macarrones" pero no. Intuyo que no pocos habrían acertado antes a perforar una diana situada a 75 metros o a desprenderse de los calcetines sin sacarse los zapatos. Proliferaron los grandes conceptos como amistad o amor, las cursilerías como rosa y amanecer, sólo una persona dijo coche, y el más rápido en contestar fue un niño que no levantaba dos palmos del suelo y que optó por "bombero". Me acordé esa tarde de dos de mis profesores de literatura de EGB quienes, interrogados por la clase acerca de su palabra favorita, se decantaron por "gorila" y "alcachofa". No tengo ni idea de porqué me ha quedado este dato. Entre mis términos predilectos están "orangután", "picatoste", "berberecho", "erizo" y "trapisondista".

23 noviembre, 2007

Poca feina que tenen alguns...


... tan poca que es dediquen a revisar la feina dels altres. I sense gaires ganes, perquè si s'ho mirés de veritat en trobaria moltes més, segur...

14 noviembre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 24.

Hacía mucho tiempo, cuando el 8º enanito era niño, al regresar un día corriente de la escuela con sus siete hermanos, experimentó un repentino ataque de fiebre que le impidió salir a jugar con ellos a la petanca enana o a fabricar tampas para comadrejas. Sus trabajadores padres llegaban a última hora de la tarde a casa por lo que se encontó por completo a sus anchas. Un sueño. Sobreponiéndose a los mareos y a la fatiga que le conminaban a guardar cama, decidió que era la ocasión que llevaba meses esperando y se dirigió al área restringida por excelencia: el despacho de su madre. De los cuatro cajones que conformaban el secretaire, sólo uno estaba cerrado con llave. El motivo lo tenía obsesionado, la curiosidad era capaz de desvelarlo. Conocía el escondrijo secreto de la llave: la zapatilla izquierda de felpa que su madre guardaba dentro del armario del cuarto de la plancha. Aprovechó la soledad que lo circundaba para cogerla y utilizarla. Abrió el cajón con el pulso del que teme que cualquier gesto brusco active una bomba devastadora. El interior del mismo contenía un irreconocible objeto envuelto en una toalla. La retiró con las palpitaciones del corazón resonándole en los tímpanos igual que una batería fuera de control. Descubrió un espejo de color amarillo. Pero en cuanto se asomó en busca de su reflejo se llevó un susto de muerte. Apenas entrevió una cara deformada y monstruosa, pero fue suficiente para saturar cada poro de su piel con hielo compacto. Recolocó de nuevo la toalla sobre el espejo, cerró el cajón con llave y corrió despavorido a resituir esta. Olvidada la fiebre, voló al encuentro protector de sus hermanos. Mientras sus pies a duras tocaban el suelo, su cabeza fue echando paletadas de tierra sobre esa imagen pavorosa, enterrándola en lo más profundo de su conciencia hasta que impactó contra las abisales aguas negras del pozo durmiente del olvido. (Continuará...).

12 noviembre, 2007

De ratones y picatostes

Aspiro a ser una persona moderadamente cultivada. Procuro arrimarme a los clásicos literarios, visionar joyas cinematográficas, entender la pintura abstracta, quedarme con las fechas de las batallas históricas... Pero me ocurre con frecuencia que son las personas más alejadas del espectro intelectual/artístico las que me ofrecen las mayores satisfacciones. Dos ejemplos recientes. Frente a la máquina de café, C me suelta con tono que sospecho recriminatorio un "tú eres más listo que los ratones coloraos". Antes de decidir si debo sentirme ofendido o no, exijo una explicación, pido que se me aclaren los motivos por los que los roedores de ese pelaje tienen un C.I. superior a la media. La respuesta llega expeditiva: "Porque nadie los ha visto". Me gana con su ocurrencia y de inmediato perdono cualquier hipotética ofensa.
Al dís siguiente, B (que me pega una colleja cada vez que cito un libro o pronuncio una palabra que no consta en su anémico diccionario, es decir, con demasiada frecuencia) me cuenta la historia del difunto Picatoste. Sólo por haber cargado con semejante apellido (cuya sonoridad me entusiasma, aunque quizás su verdadero encanto reside en la mera evocación del crujiente tropezón flotando en el gazpacho) el finado merece mi más sentido pésame. Ahora bien, cuando escucho que solicitó ser enterrado visitendo la indumentaria completa del Barça, provocando las incómodas risas de los menos allegados al visitar el tanatorio y encontrarse que tenían que mostar sus respetos en la sala de duelos a un culé hasta la sepultura que escogió un ataúd abierto de cuerpo entero para dejar bien expuesto el alcance de su orgullo barcelonista, brindo por él, agradeciéndole póstumamente la anécdota. Y me despido preguntándome: ¿quién es más digno de elogio, el ratón colorao por no mostrarse o Picatoste por mostarse tal cual es?

He tornat

Com Jack Bauer després de ser segrestat pels xinesos, com Maradona després de les clenxes, com Indiana Jones després de trobar la ruta de los gedeones (Alejandretaaaaaaa, pues claro!!!), com Xavier Sardà després de les cròniques, com la Campos després de rajar de Telecinco, com Jordan després de la retirada (i de la segona retirada), com la roba dels 70 després que arribessin els texans rentats a la pedra dels 80 (i que el mític Toni Llena segueix lluint, convençut que també tornaran), com la història de la Chloe Sevigny a l'habitació d'un amic d'un amic...

I només calia anar a l'apartat "recordar contraseña" i tenir una mica de paciència...

11 noviembre, 2007

Coi, Monty, recorda ja la contrasenya!


Esto es un post homenaje al compañero Monty, perdido en combate por unos problemillas de memoria...

Por cierto, buscando este imagen por Google imágenes veo que lo primero que sale si pones "Epi y Blas" es la prueba de que los dos muñecotes compartían mucho más que el piso y las galletas... Cuánto enfermo suelto... Monty, tu no ho miris que podria ferir la teva sensibilitat!

06 noviembre, 2007

Un beso hace mover 17 músculos a la lengua. Pero también mueve 9 miligramos de agua; 0, 18 de sustancias orgánicas; 0, 7 de materias grasas; 0,45 de sal; centenares de bacterias y millones de gérmenes. ("El beso", de Alain Montandon)

31 octubre, 2007

Escándalo Público

Bueno, lo de escándalo es quizá un poco exagerado… Pero ahora que han pasado unos meses sí que se puede decir que el lanzamiento de Público (el periódico de Jaume Roures-Mediapro) fue un poco un timo. Por lo menos para el medio millar de incautos aspirantes a empleados del naciente periódico que nos desplazamos a Madrid para tratar de convertirnos en redactores de plantilla.

Pero empecemos por el principio… En julio apareció un misterioso anuncio en las páginas de empleo de varios periódicos que informaba del reclutamiento de 200 profesionales, entre periodistas, fotógrafos, diseñadores y demás, para montar un periódico. En ningún lugar se mencionaba a Mediapro o a Público, aunque dudo que ninguno de los que rellenamos la solicitud pudiera decir que ignoraba quién estaba detrás de todo aquello. El anuncio sólo proporcionaba una página web: www.trabajarendiario.es, en la que el sufrido aspirante tenía que rellenar páginas y más páginas con su experiencia, formación, foto, referencias y hasta textos publicados. Con toda esa información seguro que ya podrían haber hecho una buena selección de redactores, pero unas semanas más tarde llegó un email, tan misterioso como todo lo demás, en el que se informaba de la fecha de la convocatoria de unas pruebas en Madrid. Si el email llegó el miércoles, las pruebas eran el sábado, un sábado de finales de julio que supongo que pilló a más de uno tomando el sol en el Caribe. O, tratándose de periodistas, en la Costa del Sol. El caso es que pese a todo ese sábado nos reunimos unas 500 personas en Madrid. Sólo en mi turno me di cuenta de que conocía de vista o personalmente a más de una docena, todos ellos de Barcelona, periodistas (algunos de medios importantes) que habían tenido que improvisar un viaje a Madrid, con el consiguiente gasto de avión y alojamiento. El test en cuestión fue una auténtica estupidez para la que no hacía falta tanto desplazamiento. Delante de un ordenador, nos hicieron responder a ¡232! preguntas psicotécnicas, todas del estilo “cuando alguien te la juega no puedes evitar vengarte”, razonamiento al que había que responder con un verdadero o falso (al finalizar esta parte todos coincidimos en que habíamos empezado el test siendo muy buenas personas y lo habíamos acabado odiando a la humanidad). Luego había que contestar a un test de actualidad en el que teníamos exactamente 14 segundos para leer la pregunta y las tres opciones y señalar la respuesta que nos parecía antes de que el programa, implacable, pasara a la siguiente cuestión (los periféricos coincidimos en que algunas fueron demasiado localistas, como una en la que se inquiría por el porcentaje de votos con el que Esperanza Aguirre y Gallardón habían ganado la presidencia de la Comunidad de Madrid y la alcaldía de la ciudad, respectivamente). Había también una prueba de corrección, no demasiado difícil y, por último, la prueba de redacción, también con límite de tiempo.

En fin, el caso es que concluyeron las pruebas, nos dijeron que en unas semanas nos dirían algo y nos volvimos para casa. De todo esto han pasado…tres meses, y los convocados en Madrid aún seguimos esperando un simpático email que nos diga que nuestro perfil no encaja con el de la empresa.

Aunque eso da igual, lo que de verdad me indigna es que ninguna de las personas de Barcelona con las que coincidí en Madrid (y repito que eran una docena, y cualquiera les hubiera servido perfectamente) están trabajando en Público, mientras que casualmente conozco a dos personas con las que la empresa se ha puesto en contacto que ni se enteraron de la convocatoria ni enviaron el currículum ni se presentaron a las pruebas. El dedazo me parece feo, pero lo que de verdad me parece mal es que jugaran con el tiempo, el dinero y las ganas de 500 personas. ¿Cuántos de los actuales redactores de Público salieron de esas pruebas? Sospecho que entre uno y ninguno. Entonces, ¿para qué montar ese circo? Sé que no puedo acusarles, lealmente, de estafa… pero reconozco que un poco engañada sí me siento… Y que he desarrollado una cierta manía hacia el periódico, que no sólo me parece feo, malo y de baratillo, sino que espero que se convierta en un lastre financiero para Mediapro y que tenga que cerrar dentro de unos años en medio de algún terrible escándalo. Si puede ser.

29 octubre, 2007




El arte conceptual puede desconcertar porque suprematiza la idea y privilegia la percepción, pero el arte verdaderamente radical es el minimal. Este busca la trascendencia de las formas sencillas, alcanzando su máxima expresión cuando no sólo prescinde de todo soporte material sino del artista mismo. La luz pasa a ser actor y soporte. He arriba algunas instalaciones de James Turrell, al que podríamos calificar de moldeador/ilusionista lumínico, que me han impresionado.


23 octubre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 23.

No necesita rebanarse los sesos para llegar a la conclusión de que la contraseña se le ha cruzado por delante en dos ocasiones. En un pedazo de papel y tatuada en un tobillo. Saca el primero del bolsillo y pulsa sobre la pantalla los signos que le muestra: 14/*/65/^29/. Al introducir el último dígito, el cuadrante electrónico, del tamaño de una baldosa de baño, se apaga bruscamente y, de inmediato, comienza a llenarse de diminutos puntos verdes. Parece que estos van brotando de forma aleatoria pero, al cabo de unos instantes, revelan un dibujo que deja al 8º enanito sin aliento. Se trata de un 8. La siguiente pregunta parpadea debajo del número: ¿Qué enterraste de color amarillo? (Continuará...)

18 octubre, 2007

Un edredón búlgaro


Encontrarse con menos tiempo y con la capacidad de concentración debilitada fuerza a pensar en pequeño, a retreparse en lo abarcable. Como lector esto se traduce en un regreso a la poesía, en oir a C. K. Willimas hablar de "Esa cosa tan sorprendente que ocurre cuando clavas un/ punzón en un bloque de hielo/ el modo en que su segmentada perfección se agrieta en/ relucientes fallas, fracturas, facetas/ deltas argentíferos, deslumbrantes, que en un instante fugaz,/ imposible de captar, complican el cosmos de sus/ entrañas", o en admirarse del símil que José Carlos Llop traza entre un transatlántico surcando la noche y una lámpara ardiendo sobre las aguas. Y así lo corto se queda largo tiempo dentro.
A la hora de escribir, esta práctica de ahorro de enorme potencial reparador cristaliza en la recolección de títulos sugerentes que prometen cercar historias aún más hipnóticas, que quedan indefectiblemente recibiendo respiración asistida en el cajón inabarcable de lo futurible, postales preciosas que nunca se rellenan pero que uno quiere convencerse de que algún día llegará incluso a enviar. Entre mis favoritas: "No pesa el corazón de los veloces", "Un edredón búlgaro", "No quedan piscinas en Berlín (ver foto para una que sí)", e "¿Hibernan los osos panda?". Sé que tras ellos hay relatos mágicos, los cuales me suplican en voz baja que sea yo quien los exponga al mundo. Pero prefiero salir al cine o a cenar o a correr y se quedan como perchas a la espera de abrigo. Quizás les llegue su momento o quizás no.

10 octubre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 22

Mira arriba y abajo, a derecha e izquierda, pero no hay rastro del Cíclope. Clava la vista en las paredes para detectar alguna entrada secreta. Ninguna. Es como si al monstruo se lo hubiera tragado la chistera de un mago o como si se hubiese interpuesto en la trayectoria de unos rayos desintegradores. O quizás él se encuentre dentro de una pesadilla que acaba de cambiar de rumbo. Lo único evidente es que si no come algo de inmediato va a caer desfallecido.
Las dos hileras de puntos luminosos que franquean el pasillo parpadean a su alrededor, mas hay algo extraño en lo que no había reparado hasta ahora. A escasos metros de donde se encuentra, una franja de las mismas parece haberse apagado. Al acercarse comprueba que es así. Pero tiene una explicación: en el espacio de suelo que delimitan las bombillas sin vida encuentra un tablón de mandos que ha debido de emeger a la superficie. Números y signos electrónicos se distribuyen sin sentido aparente sobre una pantalla táctil. ¿Y ahora qué? (Continuará...)

Cassandra´s Dream


Tenía que llegar. "Cassandra´s Dream" extiende el definitivo certificado de defunción creativa de Woody Allen. Ni una sola idea original, ni una línea de diálogo chispeante, ni si quiera ocurrente, mucho menos significativa. Grisura, linealidad, mediocridad. Un guión facturado en 15 minutos y rodado en 20. Reciclaje a la baja de preocupaciones antaño sustanciales. Mecanicismo, prisas, descafeinamiento. La sombra de una sombra reflejada en una pared negra.
A propósito de "Le Voyage du ballon rouge" de Hou Hsiao-Hsien, A.O. Scott el crítico de cine de "The New York Times", se hace eco del principio de que el arte tiene la habilidad de consolarnos de algunas de las dolorosas imperfecciones de la vida. Hubo un tiempo en que las películas de Allen, con su preciso equilibrio entre el drama y la comedia, conseguían exactamente eso en un plano autorreferencial: compensaban los sinsabores de la existencia mostrándonoslos con una mirada irónica, lúcida, cercana. Hoy, huérfanos de su genio, nos empequeñecemos, pues todo parece un poco más absurdo cuando se esfuma un motivo para el placer. Me siento cómo si me hubiesen robado el sabor a turrón de los helados o las sombrillas de la playa. Y es triste.

01 octubre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 21.

El 8º enanito frota con dos dedos el botón plateado que le sirve de amuleto antes de salir de su escondrijo. A una distancia prudencial sigue los pasos del Cíclope, que se desplaza con la gracilidad de un saco de piedras arrastrado por una carretilla oxidada a la que le falta una rueda. Su concierto de bufidos y gruñidos podrían resucitar a un diplodocus extinguido hace millones de años. Pero hay algo que compite denodadamente por apropiarse del mayúsculo espacio sonoro que los rodea: el estómago del 8º enanito ruge como si un centenar de enfervorizados leones estuvieran al volante de bólidos trucados. No recuerda la última vez que probó bocado. Ahora mismo, sin pensárselo dos veces, se cortaría una mano por una ensalada con higos, salmón y queso de cabra. Mientras en su cabeza se forma la imagen de una ensalada con higos, salmón y queso de cabra tan suculenta y perfecta que merecería sevir de modelo a un bodegón a colgar de una de las paredes de un prestigioso museo, descubre que el monstruo ya no está delante de sus ojos. En su ensimismamiento se le ha esfumado. Inaudito. Imposible. Increíble. ¿Cómo puede uno perder de vista una pierna de cordero que se la está zampando en un plato de postre? Concluye que se acaba de complicar mucho la vida. (Continuará...)

26 septiembre, 2007



Felicidad: sentir el mismo alborozo que El Espantapájaros sin cerebro cuando recibe un diploma que lo reconoce como Doctor en Pensamiento al final de "El Mago de Oz".




Infelicidad: tenerse que ir a dormir a la fuerza, sin sueño, antes de hora, con algo pendiente por hacer que no puede esperar al día siguiente.

22 septiembre, 2007

F.Canals, ese freak

El pasado viernes muchos medios de comunicación se hicieron eco de una rueda de prensa del Observatorio de Internet en la que se alertó de la existencia de webs que venden títulos universitarios. El mismo Observatorio ha alertado en ocasiones anteriores de asuntos como la proliferación en Internet de imágenes de mujeres y hombres desnudos en las playas, del aumento de las estafas a través de la red y de otros cibercrímenes, en el vocabulario empleado habitualmente por esta entidad.

Detrás del Observatorio de Internet está F. Canals, investigador on line (así se hace llamar) y un tipo que en vez de inyectarse heroína se chuta ruedas de prensa. Ha convocado 20 en los últimos 5 años, todas ellas raras, raras, raras y completamente vacías de contenido. A pesar de ello, los medios de comunicación suelen responder a sus convocatorias, quizá porque toca temas de aquellos que dan para un buen titular (250.000 españoles son infieles a través de Internet, y similares).

Me tocó ir a un par de ruedas de prensa del Observatorio en cuestión y no pude menos que intercambiar unas cuantas miradas de incredulidad con algunos compañeros ante lo que es, con toda claridad, un caso de megalomanía quizá patológica o, en todo caso, un chiringuito montado por el tipo en cuestión para conseguir visibilidad pública. Con éxito, eso sí.

Hay muchas cosas que no funcionan en sus supuestos informes. Las investigaciones del Observatorio de Internet nunca van acompañadas de datos concretos y cuando citan una cifra (el 50% de los usuarios de chats afirma mentir total o parcialmente en algún momento de su conversación, afirma F. Canals) no viene respaldada más que por la opinión de F. Canals y, en conclusión, no tienen ninguna validez estadística.

Por no decir que es raro que alguien se cite a sí mismo continuamente en tercera persona en los informes que redacta él solo, porque, tras ser interrogado en ese sentido, está bastante claro que el primer investigador on line del país es también el único. Sospecho que cuando habla de F.Canals y su equipo se refiere él y su perro Sparky y me juego algo a que la sede social del Observatorio es el salón de su casa. De hecho, la web del Observatorio es www.fcanals.com, con eso está dicho todo.

Lo extraño de todo esto es que el supuesto Observatorio tiende a descubrir la sopa de ajo en cada uno de sus informes y que los demás, encima, nos lo tragamos como si fuera nuevo. Cuando no alerta sobre los emails engañosos (hoax), destapa que hay chats en los que se practica cibersexo o habla de los peligros de los casinos on line. Son cuestiones que hace tiempo que se conocen y, ya que va a tratarlas una entidad seria, no estaría de más hacerlo de forma sistemática y no con el tono de un estudiante de Bachillerato realizando su Treball de Recerca.

Me refiero a frases tipo Cualquier usuario de un móvil convencional puede realizar fotografías en bares, discotecas, playas u otros espacios públicos – afirma Canals – basta con simular que uno esta tecleando un SMS para hacer clic e inmortalizar a una persona en una situación indiscreta. Es increíble, que diría Bisbal, jamás se nos hubiera ocurrido de no ser por su valiente aportación.

Aunque mi artículo preferido es el titulado El misterio de los restaurantes chinos: ¿Porqué siempre están vacíos sus locales? Atención a sus conclusiones, en delirante autoentrevista:

Sr Canals, sabemos que vd. investigó el misterio de los restaurantes chinos en el año 99 y que este fue el primer trabajo con el que se dió a conocer. ¿Cuáles son las principales conclusiones de esta investigación?

Después de 6 meses de entrevistas e investigaciones dentro y fuera de Internet (y por supuesto entrevistando a restaurantes chinos), supe que todo era falso, (afortunadamente) no existen tales mafias o de haberlas se trata de fenómenos puntuales como en cualquier cultura.

Uf, pues si lo dice él ya me quedo mucho más tranquila.

18 septiembre, 2007

1.“La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas”, "En el camino", Jack Kerouac.

2. Dos aproximaciones a la teología

A) "La teologia es un señor vestido de negro, con gafas negras, que entra en un
cuarto negro a buscar un gato negro, que no está. Y al cabo de un cuarto de
hora sale con el gato negro, que es Dios.” (Gitano Vargas)

B) "Recordé a los teólogos que sostienen que la sola actividad de rezar puede provocar por sí misma la fe, como una reacción mecánica o un precipitado" (Guillermo Martínez)

3) www.youtube.com/watch?v=ARhMqxRr1uE&mode=related&search=

12 septiembre, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 20.

El recuerdo que viene a socorrer al 8º enanito evita que un ataque de pánico lo paralice. El recuerdo lo serena, consigue que descienda su ritmo cardíaco y le reporta concentración. La relajación general le permite poner las cosas en perspectiva. Parte con ventaja respecto del Cíclope porque él sabe de su existencia y no al revés. El bunker, aún careciendo de escondrijos excepto aquel respiradero, es de unas dimensiones tan colosales que evitar ser descubierto no debería suponer una gran complicación. Lo que se impone es encontrar una manera de escapar y regresar a toda velocidad a Dos Palmos a alertar del peligro que se avecina. Remontar el tobogán por el que había caído es imposible tanto por su inclinación como por la altura a la que queda su desembocadura del suelo. Mientras intenta elucubrar un plan, un retumbar de pasos recorre su panteón auditivo como un tropel de búfalos en estampida. Al acercarse a la rejilla, un pie del gigante pasa a escasos centímetros de sus ojos. A primera vista, le revuelve el estómago su color cerúleo y sus granos rosáceos, pero su atención cae presa de un punto extraño. No es capaz de describir de inmediato lo que ha captado. Su visión parece haber ido más veloz que su cerebro. Necesita rebobinar unos segundos. Reproduce en cámara lenta el paso del Cíclope. Sólo entonces puede fijar la anormalidad que tanto le ha sorprendido. En el tobillo lleva tatuados unos signos: 14/*/65/^29/. (Continuará...).

02 septiembre, 2007

Bajo el sol de la Toscana…

… no hay ni un palmo de suelo libre de turistas. Se mueven en masa, sobre todo por Florencia, devorando helados y fotografiando todo lo que les sale al paso. Las cosas han cambiado desde la última vez que estuve allí. Es fácil de contemplar en Pisa, donde la gracia ya no está en fotografiarse haciendo como que sostienes la torre inclinada, sino en fotografiar a los que se retratan de esa manera. Y en Florencia, donde los guías de los grupos organizados ya no gritan a su rebaño, sino que susurran sus conocimientos enciclopédicos a un micrófono que lleva su voz hasta los auriculares que sus clientes llevan insertados en los oídos. Eso sí, en Italia se sigue comiendo de cine, los helados son para no perdérselos y ciudades como Siena hacen que todo valga la pena. Por no hablar de Lucca, de las affitacamere con desayunos estupendos, de los botellones improvisados junto al mercado central de Florencia, de la torre de Pisa o de las calles de San Gimigiano. O del hecho de que todos los italianos están en Barcelona, así que todo aquello nos lo dejan a nosotros. Son más majos…

27 agosto, 2007

"El 8 º enanito". Capítulo 19.

El recuerdo que vino a socorrer al 8º enanito había tenido lugar en un momento muy delicado de su etapa prepubescente, cuando no habia un día en que no se convenciera de que lo que había a su alrededor era solo una parte infinitesimal de cuanto existía. Lo que sus ojos veían y sus manos tocaban era apenas el proscenio de un mundo asombroso del todo indetectable para el radar enano. La convicción de que otras especies contaban con una sensibilidad más afinada o un sentido extra que les permitía acceder a esta vívida y asombrosa realidad paralela le frustraba profundamente. De aquí que lo que aconteció en el transcurso de aquel paseo otoñal, llamado a ser un intrascendente ejercicio más de tonificación muscular, tuviera un significado especial añadido a su ya de por sí chocante extrañeza. Caminaba, como era su costumbre, en posición de relajamiento, con los ojos alzados hacia las peladas copas de los árboles y las manos a la espalda, cuando su cabeza impactó con algo duro que lo tiró al suelo. Ligeramente conmocionado, levantó la vista para toparse con la pata de una tabla de planchar, artilugio que, al ser inédito en la cotidianedad enana, tomó por una amenazadora máquina extraterrestre. Lo que acabó de congelarle el espinazo fue distinguir la presencia de unas garras rodeadas de pelo. Estas pertenecían a un koala que, igual de sorprendido que el 8º enanito por la súbita aparición de un desconocido, había interrumpido la acción de plancharse su camisa roja de dos bolsillos. Ambas criaturas entrecruzaron miradas de estupefacción, pero mientras que la expresión del 8º enanito no pudo sacudirse el pánico, la del koala se dulcificó enseguida. Y, entonces, este último hizo algo que desconcertó profundamente al primero. Se agachó, acercó su rostro y le introdujo en uno de sus bolsillos un botón plateado. Acto seguido, se enderezó, dio un par de pasadas finales a la camisa, se la puso, recogió la plancha y se marchó con ella bajo el brazo, perdiéndose en la espesura del bosque no sin antes despedirse con un guiño. Anque aturdido, no sabía si más por la contusión o por el inesperado regalo, el 8º enanito se recuperó pronto e interpretó aquel raro episodio como una demostración de que era un elegido. No sabía para qué, ni cuándo tendría ocasión de demostrarse su intuición. Lo único incontestable era que aquel botón se iba a convertir en un talismán del que echar mano en las situaciones más apuradas. (Continuará...)

21 agosto, 2007

Gràcia 2007


Ya hace tres años que vivo en Gràcia, pero las de este año han sido sin duda las fiestas que más he disfrutado. Igual porque justo el día en que empezaron mi jefe me anunció que, puesto que sabía que yo había estado buscando trabajo en otros sitios, no pensaba renovarme en septiembre y, ya se sabe, hay que beber para olvidar…

05 agosto, 2007

Ahora que ha llegado el final...

1. Harry Potter y la piedra filosofal

Como todos los lectores adultos de J.K.Rowling, yo también tengo una excusa: empecé con la saga en agosto de 2001 porque una amiga alemana me regaló el primer volumen para ver si así me animaba a leer su idioma, que por entonces estaba estudiando. Un libro juvenil parecía buena idea para ese propósito y, aunque sudé para desentrañar su significado, la verdad es que acabó enganchándome.

Es un librito corto, pero se las apaña para presentar todo un universo, que no es poco. Visto con perspectiva, asombra que Rowling tuviera ya en mente desde el primer libro elementos que serán de importancia en el resto de la saga, consiguiendo algo que todo el mundo ha alabado de sus novelas: una notable coherencia interna.

Harry Potter y la piedra filosofal es el libro más infantil de la serie –al fin y al cabo, el protagonista sólo tiene 11 años- y eso hace que sea también el más optimista, con un final en el que ninguna sombra que empaña la felicidad de Harry, que ha conseguido salir de su miserable vida, derrotar a Quirrell y tener muchos nuevos amigos, todo en menos de 250 páginas.

2. Harry Potter y la cámara secreta

Al regresar a Barcelona, compré el primer libro en castellano para que mi hermana se lo leyera, pero la portada es tan infantil que a la hora de comprar el segundo opté por la versión en inglés, por aquello de seguir con la coartada del idioma pero sin necesidad de morir en el intento.

El segundo de la saga está considerado como uno de los más flojos, y comparto la opinión. Aparecen los elfos domésticos, que son personajes bastante irritantes, y el enemigo a batir es un libro, algo que en los últimos capítulos de la saga tendrá bastante importancia pero que aquí aburre un poco. Es aún más corto que el primero y ofrece muy pocas novedades respecto a lo ya dicho.

3. Harry Potter y el prisionero de Azkaban

El tercero también lo tengo en inglés, pero en el cuarto mi hermana se plantó y es en catalán, no recuerdo ahora muy bien por qué. En el quinto mi hermana se desenganchó y yo alcancé el ritmo del resto del mundo, así que me los empecé a comprar en inglés para no tener que esperar a la traducción.

El tercer libro de Harry Potter es para muchos el mejor de la saga y también es uno de mis preferidos. Quizá porque toda la trama se aparta por una vez de Voldemort y se centra en Sirius Black, por los Dementores o por la interesante resolución final, con regreso al pasado en el tiempo incluido. Rowling tiende a abusar del deus ex machina para sacar a sus personajes de situaciones complejas, pero aquí, en cambio, la historia está mejor resuelta.

También la película es, de lejos, la mejor de las cinco que se han hecho. Su director, Alfonso Cuarón, supo poner algo de poesía en medio de tantas aventuras.

4. Harry Potter y el cáliz de fuego

Es otro de mis preferidos. Mucho más extenso que los anteriores –alcanza las 600 páginas-, gira en torno al torneo de los Tres Brujos y tiene un ritmo trepidante. Rowling entrecruza muchas tramas a la vez y, hacia el final, con la muerte de Cedric Diggory, deja entrever que los buenos tiempos han llegado a su fin. La peli es malilla, para las posibilidades que tenía el libro…

5. Harry Potter y la orden del Fénix

No lo disfruté especialmente. Harry se pone en plan adolescente insoportable y pasa un año infernal. Nadie le cree cuando asegura que Voldemort sigue vivo, Dumbeldore le ignora, Umbridge le hace la vida imposible, Sirius muere y su vida sentimental es un desastre. Pese a todo, entrena al Ejército de Dumbledore y lo de tener al mundo en su contra no va mal para bajarle los humos.

6. Harry Potter y el príncipe mestizo

Los malos tiempos ya están aquí y ahora ya todos los saben. Pese a todo, un año mucho más tranquilo que el anterior, con Dumbeldore dándole lecciones para lo que se avecina (entre otras cosas, su propia muerte al final del libro) y muy poca acción. Hasta empieza una prometedora relación con Ginny. Sin embargo, la cosa se empieza a poner muy sombría y al final del libro Harry, Hermione y Ron abandonan Hogwarts para ir a luchar contra Voldemort.

7. Harry Potter y las reliquias mortales

La historia es atípica, sobre todo porque transcurre lejos de Hogwarts y no sigue el calendario académico al que ya estábamos acostumbrados los lectores. Es un libro con pasajes francamente tristes y momentos en los que Harry lo da todo por perdido. Como no podía ser de otra manera, acaba bien, pero no sin que antes hayan muerto por el camino unos cuantos personajes importantes. La verdad es que podrían haber caído algunos más, pero entonces quizá dejaría de ser una saga para niños. Y acaba con un epílogo situado 19 años después que elimina (casi) cualquier posibilidad de resucitar la serie. Es un buen final, el que tocaba hacer. Los pottermaníacos podemos descansar tranquilos.

26 julio, 2007

A las Antípodas les quedan dos días


Hermafroditas, sátapras y engendros varios con los que tenemos el dudoso honor de relacionarnos:

Ahora que se avecinan tiempos laborales inciertos y que uno no puede contar ni con la garantía de la luz eléctrica, Alex Omist y un servidor hemos tomado la vía más inteligente, la única posible: fundirnos los ahorros donde Jesús perdió la zapatilla. Puesto que nos queréis e idolatráis y os va a resultar insoportable la idea de no disponer de noticias nuestras en tres angustiosas semanas, hemos decidido crear un blog donde teneros al tanto de nuestras apasionantes evoluciones en las Antípodas. Tras arduas deliberaciones lo hemos bautizado con el elegante y refinado nombre de "¡No me toques los koalas! (nometoquesloskoalas.blogspot.com). La idea es fundir la pedante densidad conceptual del blog "El comunicado del canguro" y la memez cursi del de "Entretenidillos". Seguramente la persecución con lazo de canguros salvajes, la seducción de aborígenes simiescas, el combate con cocodrilos gigantes, el surf suicida, la succión mutua del veneo de arañas mutantes y serpientes-toro y otras actividades rutinarias nos impedirán completar una sola entrada, pero sabemos que la ilusión diaria por consultar la página con la esperanza de que no sea así os dará fuerzas para seguir viviendo.
Omist me ruega que añada que, en el supuesto de que una comuna de marsupiales filonazis lo fiche para ejercer de una p... vez de director de arte en vez de maquetas machacado y no vuelva más, siempre guarda bajo el felpudo de la entrada a su bloque de apartamentos en Castefa una llave de su piso. Detrás del poster de tamaño natural de Samantha Fox del comedor hay una caja fuerte (la combinación es 0000, cosas de sus limitaciones mnemotécnicas) en la que, junto a su colección de peinetas y de revistas pornotrash gay, hallaréis el cuerpo embalsamado de El Fary y las pruebas que lo incriminan en el fiasco de Bahía de Cochinos.
Nada más. Feliz verano a todos y no olvidéis ducharos con frecuencia.

18 julio, 2007

Plenitud


La plenitud es que la música coincida con la letra, que es lo mismo que decir que lo que sientes armonice por un corto espacio de tiempo con lo que el el entorno te ofrece. La otra noche se produjo esta rara sincronía por la cual los elementos externos se confabularon con las intuiciones internas para producir un momento autosuficiente, de una redondez trazada con compás, de ángulos rectos, que evacuaba la misma cantidad de energía que ingería. Hay experiencias que añaden una nueva letra al alfabeto, que pulsan una tecla en una clave inédita, que recortan tu silueta sobre un fondo al que nadie más tiene acceso. Cada puerta invisible que abres crea una corriente de aire que reconfigura el paisaje.

12 julio, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 18.

De no haber sido por el cuidado milímétrico que Strata había puesto en todos los detalles, la hibernación regeneadora del Cíclope habría sufrido una inesperada interrupción el sábado en que Nijik, un enanito con los pies muy lejos del suelo, melómano y con una larga melena rizada que se recogía en una coleta, decidió celebrar su reciente licenciatura en meteorología probando suerte con una antigua leyenda que circulaba entre los amantes de los fenómenos atmosféricos. Descartada como una absoluta memez por el 98% de sus compañeros de estudios, aquélla sostenía que en el primer día de sol tras seis consecutivos de lluvia, brotaría en el bosque un trébol de siete hojas que conferiría al enanito que lo encontrara un poder sobrenatural. Vayamos al grano: esa mañana sabadeña se dieron las condiciones apropiadas y Nijik demostró los fundamentos de la leyenda dando con un ejemplar único del reino de la flora. Lamentablemente, su extasiado estado de ánimo le impidió estar alerta a la camuflada trampa para enanitos que Strata había dispuesto en un perímetro de 3 metros cuadrados de bosque, bajo el cual se escondía la guarida futurista del Cíclope. Deslizándose por un tobogán de arce pulido, fue a parar a una de las jaulas que la bruja había habilitado a los visitantes indeseados. Tan pronto aterrizó, unos auriculares se acoplaron automáticamente a sus orejas, activándose una grabación por la que comenzó a fluir una grabación rayada en la que una Strata de ultratumba ponía en su conocimiento sus aviesos planes de aniquilación. La desgarradora cinta terminaba con sus mejores deseos de una muerte lenta por inanición. Lamentablemente otra vez, Nijik descubrió cuál era el poder mágico que otorgaba el hallazgo del trébol de siete hojas sobre el que tanto había fantaseado. Ni visión nocturna, ni imbatibilidad en el ajedrez, ni composición de sinfonías sólo al alcance de los dioses. Simple y llanamente te mantenía con vida sin tener que ingerir líquidos o alimentos. Con su letra de médico escribió una nota desesperada y se pasó el resto de las decenas de miles de días que le quedaban por delante mirando al techo y jugando con sus tirabuzones. (Continuará...).

06 julio, 2007

"A la gente le gusta que le cuentes cosas, en dosis adecuadas, en un tono humilde y confidencial, y entonces creen que te conocen, pero no es verdad, sólo saben de ti, porque lo que averiguan son los hechos, no los sentimientos, no lo que piensas sobre nada ni el modo en que tus experiencias y decisiones te han convertido en quien eres. Lo que hacen es rellenar estas lagunas con sus propios sentimientos y opiniones y suposiciones, con lo que componen una vida nueva que tiene bien poco que ver con la tuya, y de este modo proteges tu intimidad. Basta con ser amable y sonreír y huir de los pensamientos paranoicos, porque la gente va a hablar de ti por mucho que te resistas, es inevitable, y en su lugar tú harías lo mismo" ("Salir a robar caballos", de Per Petterson)

05 julio, 2007

Opositando, opositando, opositandoooooo


En mi ciega y desorientada búsqueda de un empleo digno, hace años que pensé en la posibilidad de conseguir un cómodo (comparado con mi trabajo actual, todo me parece cómodo) puesto de profesor de lengua y literatura castellanas en un apacible (comparado con etc.) instituto de enseñanza secundaria. Así que hace unos meses rellené la inscripción para presentarme a las oposiciones que a tal efecto convocaba la Generalitat. Consejo número 1: cuidado con el papeleo, hay que demostrar con fotocopia compulsada hasta que llevas los empastes bien puestos. Cuando superas ese escollo y por fin admiten que eres un ser racional no criminal hispanohablante y catalanohablante, empiezan a ponerse pijos con el procedimiento de acceso, que de toda la vida de dios han consistido en echar un rollo ante un tribunal, pero que ahora además incluye preparar una programación didáctica a là LOGSE. La cuestión es que hay que componérselas para llenar unas cuantas decenas de páginas con objetivos, conceptos y actitudes mientras le echas un ojo a los 72 temas que hay que empollar para el examen teórico. Cuando llega el día del examen, de las cinco opciones por suerte siempre hay alguna de literatura, así que, en mi caso, rasqué de mi memoria página y media sobre la literatura española del Renacimiento y dejé mi programación (un rendido homenaje a la de una ex opositora) ante el tribunal. Como novedad, este año había que leer el tema escrito delante de sus miembros, para que los pobres no tuvieran que realizar el esfuerzo de leerlos por sí mismos o para comprobar si los opositores recordábamos los mecanismos de la lectura, no me quedó claro el motivo. El caso es que me citaron un día como suplente y yo, para no tener que dar explicaciones en el trabajo, fui, vi que no faltaba nadie y me piré. Cuando me presenté al día siguiente a primera hora descubrí con horror que el día anterior habían llamado a todos los suplentes así que tuve que dar una serie de explicaciones al tribunal y escuchar rumores de todo tipo sobre las razones de mi no comparecencia, entre ellas que me había roto un pie (¿). Me relegaron al final de la lista y quedé un poco como una marciana, porque las demás opositoras no podían concebir que alguien no pasara las 24 horas del día junto a la puerta del tribunal esperando su turno. Al fin me llegaron las vacaciones y pude centrarme un poco en el asunto, que requería tiempo para pasarse cada día por el instituto en el que se realizan las pruebas para averiguar si en la convocatoria del día siguiente aparecía tu nombre (el concepto oposiciones choca con el concepto internet, por lo que se ve).

Este mediodía he ido a soltar el rollo final: la defensa de la programación. En la anterior convocatoria me embalé tanto que liquidé el asunto en 20 minutos, la mitad del tiempo establecido y me tumbaron (por ese y otros motivos), así que esta vez me he esforzado por alargar un poco más la explicación, aunque al final una del tribunal me ha puesto en un apuro con una pregunta puñetera que ha hecho bastante evidente que mi programación no era del todo mía. El caso es que ya está. Se acabó. Por fin. Y casi espero no aprobar, porque al margen de que hoy tampoco he llenado el tiempo y de que un folio y medio es muy poco para hablar de toda la literatura del Renacimiento, eso implicaría que la semana que viene me tocaría coger un avión de regreso urgente de mis vacaciones para seguir con el papeleo, con lo que esta oposición, este jardín en el que me he metido, acabaría de fastidiarme las vacaciones por completo… y ni siquiera podría echarle a nadie la culpa. Sólo podría enfadarme conmigo. Así que esto es un desahogo por anticipado. Aviso que si apruebo lo borro…

03 julio, 2007

Pell de gallina


Dos ocellots, vells pirates coixos que saben perfectament que només els petons que no has donat són els que toquen os, s’han juntat per cantar unes cançons i posar-nos la pell de gallina. Fan camí sense mirar enrera, o mirant amb la seguretat de qui té clars els seus errors i presents els encerts. S’entenen, però ho faran molt més, només porten dos concerts. Se’ls veu a gust, gaudint d’un inici de gira on s’aparquen els egos i l’admiració mútua es respira en un ambient entregat. Tenen carisma per parar un AVE, talent i art, més de cent motius per no tallar-se les venes. Emocionen amb les seves paraules d’amor i fan broma de la segona oportunitat que la vida els ha donat, i ens ha donat de seguir disfrutant-los. El bombí, Contigo o Amb tu, la guitarra i el bastó, Panchito Varona, Toca madera, el mestre Miralles, Em moro de ganes de dir-te que em moro de ganes de dir-te que em moro de…, García de Diego, Aquelles petites coses… Només un petit però: on és Olga Román? Aquest parell de canalles ens han regalat 150 minuts de felicitat. En vull més.

02 julio, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 17. "La Resurrección del Cíclope". Parte II.

El experimento funcionó a la perfección. En su día más feliz, Strata aspersó litros y más litros del hediondo elixir -al que había dedicado extenuantes sesiones de prueba y error durante 729.634 días, mezclando todo tipo de plantas y ungüentos hasta obtener una versión artificial del virulaitis felex- sobre el cuerpo montañesco del Cíclope, que yacía sin vida sobre la tierra. En cuestión de segundos, este comenzó a mover las extremidades tímidamente y, acto seguido, a articular el resto de sus partes en movimientos robóticos, hasta que finalmente se enderezó por completo y emitió un intento de rugido que se quedó en una tos seca. Había resucitado.
Strata, con una sonrisa de oreja a oreja, lo primero que hizo irónicamente fue dispararle un dardo durmiente que volvió a tumbarlo. Con sus poderees telequinéticos lo condujo por las profundidades de su guarida hipertecnificada hasta encerrarlo en un tanque de conservación y regeneración de tejidos. Que hubiese vuelto a la vida no significaba que estuviera físicamente en condiciones de desenvolverse por ella. Su dañado ojo, sobre todo, requería de una larguísima recuperación flotando en los putrefactos líquidos. Programó su deshibernación para un futuro muy lejano. Para entonces, ella ya no estaría en este mundo, pero cada día que le quedara iba a regocijarse imaginándose la devastación que causaría en Dos Palmos, el apocalipsisi que, gracias a sus pérfidas artes, descendería sobre ese ridículo pueblo de enanos idiotas. (Continuará)

28 junio, 2007

2666


Una experiencia artística total y apoteósica y salvaje y agotadora y escalofriante la adaptación de Àlex Rigola de la apabullante novela de Roberto Bolaño 2666. 5 horas para sumergirse en el infierno y aventurarse por un laberinto de historias que demuestran que la vida es pura literatura, y viceversa, y que la Historia no es más que un bucle de dolor y esperanza que se desplaza por una galaxia ciega.
Qúe gran tipo Bolaño, escritor genial porque supo desligar su obra de la necesidad de posteridad, arrinconando así la vanidad de los suyos ("¿Qué desayunan los escritores? Egos revueltos". Él no) y que al hablar desde su inteligencia sarcástica y su cultura apabullante siempre disparaba a matar contra la idiocia generalizada. Alguien que sabía divertirse. Recuerdo con un cariño tremendo la entrevista que mantuvimos en el Zurich hará ya seis o siete años, por lo menos. Dedicó un cuarto de hora a hablar con entusiasmo de una película de serie Z protagonizada por Dolph Lundgren que había visto la madrugada anterior en la televisión. Al acabar me invitó a ir a visitarlo un día en Blanes para tomarnos unas gambas. Guardo un email suyo en el que declinaba escribir un artículo para Qué Leer por su delicado estado de salud y porque estaba abducido por la redacción de 2666. Lo terminaba diciendo que se compraba la revista y que, al abrirla, lo primero que hacía era buscar lo que yo había escrito, y luego procedía a mirarse las fotos. Una mentira encantadora.
En su última entrevista, interrogado acerca de qué cosas le divertían, dio, creo, una respuesta redonda.

"Ver jugar a mi hija Alexandra. Desayunar en un bar al lado del mar y comerme un croissant leyendo el periódico. La literatura de Borges. La literatura de Bioy. La literatura de Bustos Domecq. Hacer el amor".

26 junio, 2007

Boatswain

Propósito: aspirar a rozar lo que fue Boatswain, el perro de Lord Byron, que yace enterrado en la abadía de Newstead desde 1808, y para quien John Cam Hobhouse escribió el siguiente epitafio.

"Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios".

21 junio, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 17. "La Resurrección del Cíclope". Parte I.

La mítica hazaña de la Aglomeración Vermellón que se saldó con la muerte del último cíclope a costa de que Cleto sacrificara su vida tuvo, por cortesía de la magia negra, un epílogo sorprendente del que Dos Palmos jamás tuvo noticia, pero cuyo eco se estaba acercando con catastróficas consecuencias. El llamado a ser el cíclope con el que se extinguiera la especie (tarde o temprano, al carecer de descendencia) efectivamente murió de de las heridas oculares inflingidas, más no por estas en sentido estricto, sino por una caída vertiginosa por un precipicio a causa de la ceguera resultante. Ahora bien, en las profundidades de las tierras vecinas habitaba Strata, una bruja huérfana, posadolescente y vegetariana, aficionada a la nigromancia y la química neumática, que consagraba el tiempo libre a preparar zumos de frutas, leer poesía y elucubrar una venganza contra los habitantes de Dos Palmos. Infectada por el virus del rencor, no les había perdonado su negativa a cederle un manojo de virulaitis felex, hierba con turbias propiedades medicinales que crecía exclusivamente en territorio enanito y que necesitaba de manera desperada para completar el experimento en el que llevaba años trabajando. No dejó de ser un desternillantemente irónico guiño del destino que el mismo día que había sido capaz de crear un sucedáneo artificial en su laboratorio, el azar le brindara un insuperable conejillo de indias con el que consumar sus diabólico plan. (Continuará)

20 junio, 2007

Lo que vale un peine

Esta mañana, mientras esperaba mi turno para saldar sangrantes cuentas con Hacienda en una oficina del Deutsche Bank, he reparado en un cartel que publicitaba inversiones. En primer plano, un maduro muy atractivo, al que se le intuía un tren de vida de alta velocidad, tenía la vista perdida tras los cristales mientras su presunta esposa, una figura borrosa a sus espaldas con jersey blanco a juego, pelaba alimentos. La banca se confirma como el sector más afin a la sociedad del progreso: al hombre, los asuntos de dinero, a la mujer, la preparación de la comida.
Horas después, mientras aguardaba en la cola de la caja del supermercado a que me llegara el turno de abonar mi Font Vella, al caballero que tenía delante se le ha caído un peine de bolsillo al suelo. No se ha dado cuenta de su pérdida y yo, tras cerciorarme de que el individuo lucía una calvície inmaculada y brillante, me he sentido paralizado, incapaz de recogerlo y entregárselo por miedo a que se sintiera ridiculizado. Ya dicen que la ocasión la pintan calva. Ahora me pregunto si mi omisión de socorro puede verse también como un acto retrógrado, la consideración de que un páramo capilar puede ser motivo de vergüenza. El pecado de alguien que nunca ha sabido lo que vale un peine. El hecho de que el modelo del anuncio, representante de una clase acomodada y con la astucia suficiente para saber invertir y, sobre todo, para dejar a su señora al cargo de los fogones, luciera una semicalvície redobla mi sentido de la culpabilidad.

19 junio, 2007

Perla salida de uno de los momentos cumbres de mi corta carerra profesional, la entrevista al científico Jorge Wagensberg.

"Los desequilibrios mentales que tenemos no son tanto frustraciones sexuales sino fallos en la creatividad. Lo peor que le puede pasar a un ser humano es que no encuentre salida a su creatividad, aunque sea haciendo cestas o herraduras o incluso realizando labores de limpieza. Una profesión en la que no cabe un gramo de creatividad debería hacerla una máquina. El que perfora billetes a la entrada del metro acabará con una depresión espantosa o loco. La tortura del prisionero nace de que tiene una certidumbre total acerca de lo que ocurrirá durante el día. Si lo puedes anticipar todo ofendes al cerebro. En el otro extremo, si solo tienes sorpresas se produce el pánico, que es la frustración de un cerebro que no puede anticipar nada. Para tirar adelante, este debe situarse entre su ofensa y su frustración".

13 junio, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 16.

El 8º enanito corre por su vida por un pasillo tenuemente iluminado por focos azules de bajo consumo en forma de estrellas de cinco puntas. Parece estar atravesando una pista de aterrizaje abandonada y clandestina, diseñada para artefactos voladores de naturaleza extraterrestre de elefantiásicas dimensiones. No ve salida alguna, sólo una secuencia vertiginosa de puntos luminiscentes que, en un epiléptico efecto óptico, simulan converger en un horizonte remoto, crepitando en una hoguera de saltarinas monedas de oro chispeantes. De repente destecta una minúscula rejilla metálica adherida a los bajos de una de las paredes, ¿un posible conducto de ventilación?, y se cuela por escasos centímetros entre sus barrotes. Con la respiración entrecortada y sus tupidas cejas imposibilitadas para servir de cortafuegos al sudor extrafrío que le baja en remolinos furiosos por la frente, relee hasta cuatro veces el texto entrecortado y enigmático del difunto enanito. Capta la alerta que lleva implícita, pero le faltan los conectores que desfloren el sentido último. Es como tener la receta del tiramisú (su postre favorito) más exquisitamente esponjoso que haya desgustado jamás Dos Palmos y faltarle el ingrediente secreto, el toque mágico, porque un accidental borrón de tinta lo ha desbaratado. Un nuevo rugido escalofriante diseca todos sus miembros. Afortunadamente, un recuerdo viene en su ayuda, sorteando cuantas dificultades salen a su encuentro, galopando por encima de estratos de tiempo, abriéndose camino por capas y más capas cerebrales, macheteando el miedo con una sonrisa de éxtasis en los labios.

Probablement el millor entrenador de basket de la història del basket mundial


Estimat Dusko:
Demano disculpes per haver dubtat de tu, del teu talent, de la teva mà dura, del teu saber fer, del teu saber dir, del teu saber motivar, del teu saber esbroncar, del teu saber saber... Has fitxat jugadors que em posen dels nervis (sobretot el Lakovic... hi haurà manera de trobar un base amb cara i ulls algun dia? torna Saras!), tens fregit a la banqueta al pobre Kasun i els teus canvis dificilment s'entenen. I si ens posem a recordar, l'any passat vas trencar la progressió del Marc Gasol i vas fer fitxatges tipus Ed Cota que no els entèn ningú. He dubtat, Dusko, he dubtat, i demano perdó. Ara bé: més val que no perdis la final contra els merengons, eh... això si que no, que, després del disgust amb la carambola Tamudo-Van Nistelrooy, no estem per òsties!!!
PD: Post dedicat a MJK.

05 junio, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 15

Reproducción de uno de los escasos fragmentos descifrables de los documentos póstumos que el 8ª enanito encontró entre las ropas del enano anónimo:
"...desde ese fatídico accidente xxxx prisonero en esta jaula que no xxxx la bruja xxx un conjuro que xxxx hasta resucitarlo xxx excelente conservación xxxx su baño diario xxx compuesto de orines de mofeta y lodo líquido a una temperatura xxx todos perdidos xxxx se aproxima su terrible venganza xxx días, quizás horas xxx nada que pueda hacer xxx única esperanza que xxx cortar la señal xx extinción xxxxx 14/*/65/^29/¨xxxx mi reino por....".

01 junio, 2007

Desear lo que temes


Mi amigo encendió un cigarrillo tan solo salir de aquel antro de música atronadora, nicotina a presión y copas aguadas. Me escocían los ojos y lo último que me faltaba era tener más humo cerca, pero conociendo su susceptibilidad me privé de comentarle nada. Sabía que se lo tomaría como una agresión e, impelido por la alta concentración de alcohol en la sangre, seguramente se pondría agresivo o victimista. La verdad, prefería seguir sintiéndome un cenicero andante. Había sido una noche inútil, cargante, espesa, hecha de ruido, entumecimiento, sudor, una noche de la que uno sale embrutecido, pensando que ha tirado a la basura dinero, tiempo, salud. Los oídos los tenía sedados, como recubiertos de una gasa que apenas filtraba el sonido ambiente, y en mi estómago coincidían sustancias líquidas hostiles que se prestaban a entrar en combate. No veía el momento de coger la cama pero, al mismo tiempo, sabía que tan pronto me cubrieran las sábanas las últimas horas se deplegarían en un loop que boicotearía mi descanso en forma de imágenes fantasmagóricas. Y en el punto más álgido de mi descontento, vino al rescate mi amigo. Quizás la borrachera le había afectado de una manera especial aquella noche, abriéndole unos conductos expresivos hasta entonces sellados, pero el caso es que, acostumbrado a referirse a las mujeres en los términos más primitivos de los que es capaz el género masculino -es decir, para admirar desde una óptica preferentemente vulgar su belleza o lamentar reiteradas humillaciones del pasado- tuvo un destello de iluminación que se tradujo verbalmente en una reveladora forma de sintetizar por qué sus relaciones con el sexo opuesto habían estado marcadas por el signo del fracaso. Apoyándose en el capó de un coche para rematar la inminente colilla, miró hacia el cielo que iba encendiéndose tímidamente por clapas, y me dijo.
"Ellas tenían sus motivos para estar conmigo, yo tenía los míos, pero los míos eran sólo mentiras con las que ganar tiempo. Mi maldición ha consistido en que siempre he caído a los pies de lo que he deseado porque primero lo he temido".
Y, soltado esto, se incorporó, comenzó a andar y se arropó de nuevo con el silencio.

28 mayo, 2007

El viernes por la tarde, al salir del metro de Joanic, vi unas gotas de sangre sobre la acera. A la izquierda había un chico en el suelo, muy pálido, y alguien le apretaba un pañuelo ensangrentado en el brazo, que tenía en alto. Una chica, a dos pasos de la salida del metro, señalaba un cuchillo de cocina que se había quedado entre las ruedas de su bicicleta, sobre la acera. Unos metros más allá, dos personas practicaban una maniobra de reanimación a un hombre de unos 50 años que estaba tendido en el suelo, cubierto de sangre.

No habían llegado las ambulancias. De hecho, alguien estaba todavía recordando que había que llamar a las ambulancias. Era el instante de silencio entre el hecho extraordinario y las sirenas. No sabía que existiera ese silencio. Me impresionó. Estábamos todos quietos, deambulando a varios pasos de los heridos, como si nos faltara el cordón policial que nos obligara a apartarnos del todo, inútiles pero curiosos.

Llegó un solitario mosso d’Esquadra, un chavalín que se puso un poco frenético al ver el panorama. Había un niño dando patadas al cuchillo y la gente empezaba a arremolinarse en los balcones. Pero aún no había sirenas. El mosso pidió a gritos que se acercara algún médico o enfermera y nos rogó que nos apartáramos del cuchillo. Tengo la sensación de que la ambulancia aún tardó varios minutos y, entretanto, los que estábamos por ahí comentábamos la jugada, como si fuera una peli.

Llamé a la agencia, les expliqué lo que estaba pasando. Increíblemente, decidí ir al supermercado (visto el perspectiva, me parece hasta de mal gusto). Ya habían llegado las ambulancias, aunque había poco que hacer por el dueño del bar. Empezaban a surgir los primeros bulos entre el público espectador. Estaban colocando el cordón policial.

Fui a dejar la compra a casa y volví a bajar. Llegaban los primeros compañeros y confieso que sentí una malsana satisfacción al ver que le había estropeado la cena al redactor de sucesos de cierto periódico. Pero parecían contentos. Los periodistas nunca llegan tan pronto al lugar de los hechos. Casi siempre tenemos que conformarnos con los vecinos, que lo que no saben se lo inventan.

Esta mañana, para recuperar el tema, he llamado al dueño del mítico restaurante Alaska, donde el asesino estuvo trabajando el jueves y el viernes, hasta que le echaron al comprobar que no sabía ni hacer un bocata de bacon. Está justo en la esquina de mi calle. El hombre es una mina, me ha explicado que cuando echaron al futuro asesino, una trabajadora le tuvo que recordar que se dejaba sus cuchillos. Los que utilizó para matar al otro un par de horas después, concretamente.

Me pasé la noche dándole vueltas a la escena. Es un suceso corriente, hay uno parecido todas las semanas. Pero visto tan de cerca da vértigo. No hubiera querido verlo tan de cerca.

El hilo musical

Entre los odios más sinceros y profundos que profeso en este mundo ocupa un lugar preferente el hilo musical. No tanto porque en su perverso e insultante afán por establecer una democracia melódica entienda que el patrón común de preferencias musicales pasa principalmente por versiones instrumentales de temas átonos y ñoños, sino porque atenta contra el silencio justo en aquellas situaciones en las que el silencio es más necesario. Su razón de ser es provocar una ominosa intrumisión, un tajo en el bienestar como esas puñeteras abejas que revolotean por el borde de nuestra refrescante Coca Cola con hielo y limón amargándonos una radiante mañana de verano en una terraza frente al mar.
El otro día, mientras desayunaba en el salón de un hotel con la absurda espeanza de que la acción combinada del café y el zumo de naranja diluyeran algo una resaca que, cual ladrilo hidráulico perforaba mis lóbulos frontales, e intentaba concentrarme en la siguiente frase de Rafael Sánchez Ferlosio ("La condición de víctima por violencia humana se transforma en un depósito de valor, en una especie de capitalización. El cristianismo está convencido de esta idea, de la víctima como generadora de valor moral") invadiendo con desfachatez el espacio sonoro se propagaba de forma insidiosa una versión al piano de "Blue Gardenia". Transformación de la belleza en espanto. ¿Cómo perdonar a alguien tan cruel como para boicotear tu historia de amor con Dinah Washington?

25 mayo, 2007

Instrucciones para manejarse por la vida:

1. No le eches la culpa a Freud, ni al azar, ni a una mala alimentación. Simplemente NO eches la culpa.

2. No eres ni la mitad de inteligente de lo que asegura tu madre, pero ni siquiera un cuarto de lo que tú te imaginas.

3. Hasta que no has llevado tres veces unos calcetines desparejados no puedes decir que algo anda mal dentro de tu cabeza.

4. Si quieres tocar el tambor, inténtalo. Si piensas que no deberías tocar el tambor, hazlo.

5. La vida se renueva cada 28 días. Ergo: ten instinto cíclico. Ergo: concéntrate en tu visión periférica.

6. La cordura es una entelequia. El día que la alcanzas caes muerto de forma fulminante.

7. Si el amor no te mata, es que no era amor.

8. Compra caro, es buena señal.

9. Sólo hay trece palabras por las que merezca la pena matar. Todas están reunidas en la receta del tiramisú.

10. El sentido común es del "color del gos quan fuig".

21 mayo, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 14

"Ayúdame", "Ayúdame, "Ayúdame". Una sola palabra brota con agónica insistencia de los labios del enanito preso, que mira a su salvador con un ojo de cordero degollado y el otro inyectado en la fiebre de la salvación. La jaula cuelga alta del techo, pero está unida al suelo por un delgado cordel. Al 8º enanito le basta con deshacer el nudo que se cierne en torno a un clavo y, echándole músculo y respiración acompasada, bajarla lentamente como si arriara una bandera hilada con plomo. Al tocar tierra, está exhausto y sudado. El preso parece haberse dormido. Quizás la emoción de verse rescatado le ha producido una emoción tan violenta que le ha fundido todos los circuitos interiores. Convocando en sus manos los últimos átomos de fuerza que se dispersan exánimes por todo su cuerpo, el 8º enanito logra abrir un hueco rompiendo parcialmente tres de las ramitas que conforman uno de los laterales de la jaula. El preso, cuya majestuosa longevidad se manifiesta en los profundos surcos que aran su agrietado rostro y en la nívea pureza de su cabellera, yace desplomado en su interior. Al tomarle el pulso, el 8º enanito confima su peor sospecha: su alma ya ha partido hacia Atalaya, el paraíso donde todos los enanitos miden metro noventa, se pasan el día jugando al bádminton y la noche liberados a los pasatiempos sáficos.
Un estruendo mecánico, seguido de una bocina que suena a marsupial en celo, lo alertan de que algo muy poco halagüeño está teniendo lugar en la desasosegante habitación del tanque. Pero antes de poner pies en polvorosa, descubre unos papeles asomando de uno de los bolsillos del difunto. Los coge, echa una última mirada compungida a aquel que casi lo convierte en un héroe y se pierde de nuevo por los pasillos emitiendo bufidos. (Continuará...)

19 mayo, 2007

…y esta explicación que os debo os la voy a dar

Sobre el retorn dels topitos només puc dir que l’altre dia, quan vaig intentar entrar a Blogger el sistema em va obligar a fer el canvi a la nova versió (m’hi havia estat resistint fins ara) i, com a resultat, tot el disseny, que estava pensat per a l’antiga versió, es va com desconfigurar i el vaig haver de canviar de nou. La concesió al Petit Monty Gruñón van ser els topitos i el blanc va ser una concessió a mi mateixa, que allò del fons negre, reconeguem-ho, era horroròs…

I, sí, s’han tornat a perdre els comentaris, però aquí no hi puc fer res, el que estic intentant ara és tornar a posar el logo com estava, que no resulta fàcil…

16 mayo, 2007

Fante


Con motivo de la publicación de "Al oeste de Roma" de John Fante (alias Arturo Bandini, alias Henry Molise), grande entre los grandes, aquel que, entre las tardes de verano en que su abuelo le contaba historias de forajidos de los salvajes montes de Abruzzi y, señalándole con un dedo hacia las alturas, le decía que la luna era un agujero en el suelo del cielo desde el cual le estaría observando cuando muriese para asegurarse de que era un buen chico, y el momento en que una úlcera diabética le amputara dos tobillos, una necrosis le cercenara una pierna y un glaucoma le dejara ciego, estado descompositivo que le abocó a sacudidas paranoicas durante las que arrastraba su silla de ruedas hasta el porche de su casa con una pistola cargada bajo la sábana que yacía en su falda, intentó con toda su alma "llegar a ser el mejor escritor que el mundo ha conocido" fabulando sobre su árbol genealógico pero Hollywood dilapidó su talento, un tiburón obligado a trazar círculos en una piscina infantil.


"Ningún hombre por debajo de los treinta años tiene el menor sentido común y solo unos pocos albergan algo de sabiduría al traspasarlos. El talento no es suficiente para publicar. La humanidad, la humildad, la reverencia por tus iguales, el respeto por las mujeres y el primer atisbo real de Dios no llegan hasta la treintena, o incluso después".


"Entonces ocurrió algo curioso. Mi padre se murió. Estábamos trabajando al aire libre, metidos en el hormigón y entre piedras, y de súbito tuve la impresión de que se había ido de este mundo. Busqué su cara y lo vi escrito en ella. Tenía los ojos abiertos, sus manos se movieron, echaron una paletada de hormigón, pero estaba muerto y en la muerte no tenía nada que decir. A veces se alejaba como un fantasma, se metía entre los árboles y meaba. ¿Cómo podía estar muerto, me preguntaba, si andaba y meaba? Era un fantasma, un cadáver, un fiambre. Quise preguntarle si se encontraba bien, si por casualidad seguía estando vivo, pero me sentía demasiado cansado, estaba demasiado ocupado muriéndome yo, demasiado cansado para construir una frase. Veía la pregunta en el papel, escrita a máquina, entre comillas, pero resultaba muy pesado verbalizarla. Además, no tenía tanta importancia. Todos teníamos que morir algún día".

13 mayo, 2007

Ja té sis mesos!



I com que el seu pare diu que fa queco posar una foto del nen de fons de pantalla l’hauré d’ensenyar jo, ai…

07 mayo, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 13.

El 8º enanito se interna por el pasillo de cuyas profundidades diría que procede una voz amortiguada de socorro de la que cree reconocer palabras sueltas. No pasaba tanto miedo desde que era un enanito pequeño y se pasó toda la noche mirando al techo, después de que su sádico hermano mayor no le ahorrara el mínimo detalle escabroso acerca de la traumática experiencia del enanito incauto que se transformó en seta venenosa al vender por accidente su alma a un demonio retorcido camuflado de sapo bondadoso. En el preciso momento en que castañeando los dientes penetra en una desnuda habitación en semipenumbra de cuyo techo cuelga una jaula para estorninos habitada por un enanito matusalénico que se echa a llorar tan solo verle, la monstruosa figura del inquilino del tanque se revela en todo su repugnante esplendor al completarse la fase de drenaje y dar inicio la de secado rápido. (Continuará...)

La cerveza china no entra en el menú


Además de que me llegará la muerte y de que no me voy a quedar calvo, sólo tengo una certeza en la vida. Y es el cierre del diálogo con la camarera del restaurante chino vecino al trabajo que me toma el pedido.


-¿Y para beber?


- Ya sé que no entra en el menú, pero tomaré una cerveza china.


- La cerveza china no entra en el menú.


- Lo sé, pero me la tomaré igual.


- De acuerdo.


Tan previsible como la toallita caliente y la cestita con pan de gamba, este infalible y ya entrañable intercambio verbal se corona a la hora de ir a pagar con un último recordatorio por su parte: "La cerveza china no entra en el menú". Qué seguridad y paz interior procuran los bucles.

03 mayo, 2007


Justo Navarro acerca de Gabriel Ferrater:

"Ferrater era de una cordialidad enorme, tal vez porque no se encontraba a gusto consigo mismo. Lo imagino como alguien que está celebrando siempre una fiesta de despedida con los amigos. Cada acto es un anticipación de la despedidad y, a la vez, su aplazamiento. Me recuerda a un niño que no se quiere ir a dormir porque no quiere separarse del mundo. Yo creo que tenía ese síndrome del niño que no quiere irse a la cama. Ferrater sabía que para prolongar la fiesta había que alimentar la máquina de la alegría, inventar algo que entretuviera a los demás. Ya dijo Gil de Biedma que sus poemas eran añagazas para que la fiesta continuara".

27 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 12

Su prodigiosa capacidad pare el cálculo matemático a partir de una simple impresión visual permite al 8º enanito determinar que se necesitarían 7569 de los suyos, puestos los unos encima de los hombros de los otros, para alcanzar la altura de este tanque transparente que parece esconder algo. Puesto que contiene varios cientos de litros de una especie de agua sucia, ambarina y grumosa, en la que parecen flotar residuos de materia orgánica podrida y servir de continente de las bacterias más repulsivas imaginadas por la naturaleza de cariz microscópico, necesita, pese a la repulsión que le provoca, aproximarse lo máximo posible para intentar reconocer qué es eso que viene y va, asomándose y retirándose como un perro temeroso que no acaba de registrar olfátivamente un alimento que le es tendido. Casi toca con la nariz en el cristal cuando asoma una garra pustulenta que lo tumba de espaldas. Desde el suelo, se fota los ojos con manos temblorosas. Mira de nuevo hacia la zona del tanque donde ha aparecido esa visión repugnante. No hay nada. Lo que fuera se lo han vuelto a tragar las entrañas del líquido o jamás existió. Aún aturdido, cree oir una voz procedente de algún lugar al fondo del pasillo que se abre a su izquierda. Corre despavorido hacia allá. No advierte que la bombilla de la luz encarnada acaba de apagarse. Se enciende la de la luz verde. (Continuará...)

Els meus companys de feina


25 abril, 2007

Mandarina


Estaba pelando una mandarina con extrema concentración, intentando dividir su piel en tres trozos lo más parecidos en tamaño, cuando sonaron las primeras notas. No disponía de un piano en casa por lo que en un primer momento pensó que la música provenía del piso de un vecino. Pero el volumen, la nitidez y le sensación de que el impacto de cada tecla iba lentamente ensamblando las piezas de un recuerdo enterrado en lo más profundo de sí mismo lo convencieron enseguida de lo contrario. Se levantó del sofá, tirando al suelo el libro que tenía en el regazo y que ni siquiera se molestó en recoger. Estaba asustado, pero era peor no saber, de forma que avanzó por el pasillo a pasos cortos y apoyándose con una mano en la pared. Le vino a la mente la imagen de una playa vacía con el sol ya bajo y en los brazos notó la reseca pringosidad de la sal seca. El piano estaba sonando en un sitio tan improbable como su minúscula habitación donde se amontonaba la ropa y las bolas arrugadas de papel. Notó que comenzaba a temblar ligeramente. Y justo antes de asomarse al cuarto, en el momento en que el piano repetía las dos mismas teclas con una insistencia cargante y que presagiaba problemas, el rostro de una chica que no había visto antes se presentó dentro de su cabeza como "El Valor sin la Ferocidad" y le animó a no seguir. Dudó. En su mano la mandarina a la que le faltaba sólo un tercio de piel casi simétrica por perder expulsaba su jugo al ser apretada con miedo.

19 abril, 2007

Hugh, popstar

Demà s'estrena "Tú la letra, yo la música", una delícia que comença així...

Una prenda

Cuando se van de nuestro lado, los muertos nos dejan una prenda, mas no una prenda negra, de luto, sino una de nuestro color favorito. Cada día la llevas puesta. Te levantas y la llevas adherida al pijama, te duchas y la tienes sobre tu piel desnuda, sales a la calle y la paseas encima del abrigo. Hay días en que no adviertes su presencia y otros en que todos los espejos te la devuelven en alta definición, días en que es suave al tacto, días en que pica endemoniadamente. Pero siempre está ahí, agazapada como una muela, intuida como una presencia en un callejón vacío. No se mancha, no se encoge. Sólo se decolora gracias a los años y, sobre todo, a las prendas con que te van arropando en silencio las personas que vas conociendo. Paradójicamente, estas sí son negras, de luto porque contienen la posibilidad de perderse, de despertar una mañana y no llevarlas puestas, de acostarse y comprobar que nos las hemos dejado en el respaldo de un bar. Se manchan y se encogen. Y vivir, en gran medida, supone saber combinar los dos modelos de prendas.

18 abril, 2007

Invitació al delicte


Si, si, CAFE SYMPA... t'ho enganxen a la porta d'un bar i és impossible no caure a la temptació.

17 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 11

El 8º enanito abre los ojos pero a su alrededor sólo encuentra tinieblas. Lo último que recuerda es el croc que hizo su cabeza al impactar con el suelo tras una interminable caída libre que lo dejó inconsciente durante un tiempo que le resulta imposible precisar. Se incorpora poco a poco y siente dentro de su cabeza un remolino furioso. Busca a tientas su macuto, se lo echa al hombro y se levanta. Estira los brazos y comienza a andar sin dirección, rumbo ni objetivo, como un muñeco de hojalata al que se le ha dado cuerda antes de depositarlo en una habitación completamente oscura. Le sorprende pisar sobre terreno duro y liso en vez del esperado terroso, que no le salgan al paso bichos con apetito y que no haya rastro de humedad en el ambiente. Para combatir la angustia y la claustrofobia que empiezan a rondarle respira hondo y convoca imágenes de nueces lustrosas que, al juntarse en una danza suave sobre un fondo blanco, dibujan formas geométricas basadas en la equidistancia. De golpe percibe un cambio en la asfixiante uniformidad de la negrura que lo envuelve, una grieta en la misma que adopta la apariencia de un fulgor encarnado que parpadea a escasos metros delante suyo. Al acercarse, descubre que es una bombilla que emite destellos intermitentes al lado de una gemela que permanece apagada. La luz que desprende la que está activa le permite comenzar a distinguir el entorno. El suelo y las paredes están compuestas de un cemento armado extemadamente grueso. Juntos conforman un túnel cuyo techo, calcula, debe alcanzar la altura de un roble joven. Cuando sus pupilas ya se han dilatado lo suficiente como para definir contornos, se da la vuelta y descubre asombrado un tanque descomunal lleno de un líquido viscoso. Si no le engaña su todavía convaleciente vista parecería que hay algo flotando dentro. Se acerca a comprobarlo. (Continuará...)

12 abril, 2007

Peazo festival


Des d'aquest humil blog recomano, als votants del PP, oients fidels de la COPE i espectadors habituals de Telemadrid, una entranyable proposta cultural que s'ha de celebrar a la petita però molt bonica població francesa de Sorèze...

11 abril, 2007


"Se puede contemplar el mundo a la altura del hombre, pero también desde lo alto de una nube (con los aviones es fácil). Se puede entrar en la realidad por la puerta principal o escurrirse en ella —es más divertido— por una ventanita. Por medio de las historias y de los procedimientos fantásticos que las producen, nosotros ayudamos a los niños a entrar en la realidad por la ventana, en vez de hacerlo por la puerta. Es más divertido y por lo tanto más útil." ("Gramática de la fantasía" de Gianni Rodari)

10 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 10.

Cuando el 8º enanito franquea las murallas de Dos Palmos camino del exilio, ya ha caído la noche. El frío muerde y la oscuridad es casi absoluta pues la luna apenas asoma en un gajo de melón finísimo. Ha estado lloviznando todo el día y por sus fosas nasales trepa un intenso olor a pinaza húmeda. No sabe qué dirección tomar. Puesto que salir a cazar es una tarea adulta que comienza precisamente con la mayoría de edad, jamás se ha aventurado lejos del pueblo, a lo sumo ha participado en picnics familiares y excursiones escolares a una hora de camino. Un cúmulo de gorjeos, pisadas y movimientos de origen desconocido lo ponen en estado de alerta. La tentación de volver sobre sus pasos y suplicar a los guardianes de la entrada a Dos Palmos que lo readmitan, aunque sólo sea subrepticiamente por unas horas, resulta casi insoportable.
Como cada vez que se ha sentido en una encrucijada y necesitado de consejo por una instancia superior, abre al azar el libro de Krmpatichof y, enfocando con su linterna de mano la página afortunada, lee: "... descomisar la manipulable atribución al espíritu de un componente extrasensible es el avance sulfúrico hacia el fortalecimiento de su ductilidad". No entiende una palabra, pero se agarra a la inclusión de "avance" como a una indicación para que reconsidere su primer impulso de regresar a casa y, por el contrario, tire millas sin mirar atrás. Así lo hace y, cuando apenas ha recorrido unos pasos en dirección noroeste, se ve engullido de forma violenta por un agujero en la tierra. Desciende a una velocidad de vértigo, una hambrienta aspiradora subterránea lo succiona hacia las entrañas del subsuelo. Intenta frenarse con sus diminutas manos y pies, mas el gesto es tan baladí como buscar asideros en el cielo abierto durante una caída libre a 1500 pies de altura. Baja, baja y baja. Oye un grito desgarrador que proviene de las profundidades del esófago rasposo, elicoidal y tenebregoso pero descubre despavorido que aquél sale de su garganta. Entiende de golpe que está experimentando en su propia carne el sueño premonitorio que lo aterró. Instantes antes del impacto, profesa mentalmente unos deseos nada amistosos hacia su hasta entonces filósofo croata enano de cabecera, los cuales hace extensibles al conjunto, sin excepción, de su parentela. (Continuará...)

04 abril, 2007

"El 8º enanito". Capítulo 9

Cuando al principio de esta historia se dijo que el 8º enanito se labró su propio camino es porque malinterpretó drásticamente su particular sueño premonitorio. No buscó consejo ni asesoramiento de nadie, guardó celosamente el contenido de su pesadilla. De haberlo hecho, los más veteranos de Dos Palmos le habrían advertido de su error fatal, conminándole a arrancarse la pestaña sin temor alguno y, sobre todo, previniéndole contra la idea de aventurarse lejos de los límites del pueblo, pues allá fuera se agazapaba la verdadera amenaza detrás de esa terrible visión onírica. Pero el 8º enanito, desconfiado e introvertido por naturaleza tras haber sido motivo de chanzas por su transgresión numérica y su condición de zurdo, procedió por el método de Juan Palomo. De no haber sido así, su figura habría rutilado en Dos Palmos, introduciendo revolucionarios conceptos argonómicos en el mobiliario doméstico e, ironías del destino, llegando a ser comisario jefe de eventos festivos. Y eso no es todo: habría continuado desafiando los patrones genéticos de su raza convirtiéndose en el primer progenitor de nueve enanos, el último de los cuales habría sido una niña zurda y miope, que a buen seguro habría expandido los horizontes de la experiencia enana, enriqueciéndola con un sinfin de posibilidades jamás concebidas por sus congéneres. En cualquier caso, el 8º enanito pagó con el destierro su espíritu independiente. Acostumbrado a los reveses, aceptó el veredicto con estoicismo. Se despidió de sus compungidos padres (abrumados por una inconsolable sensación de fracaso puesto que lo habían educado como a un hijo más, pese a que podrían haber sido sus abuelos) y de sus aliviados hermanos (ellos siempre intuyeron que les traería problemas, por lo que la restitución del balsámico 7 les proveía de renovados ánimos para encarar el futuro), llevándose consigo un par de mudas, un tupperware con comida para tres días y un libro de aforismos del filósofo croata enano Krmpatichof. Tardaría exactamente ocho minutos en encontrarse en apuros. (Continuará...).