El pasado viernes muchos medios de comunicación se hicieron eco de una rueda de prensa del Observatorio de Internet en la que se alertó de la existencia de webs que venden títulos universitarios. El mismo Observatorio ha alertado en ocasiones anteriores de asuntos como la proliferación en Internet de imágenes de mujeres y hombres desnudos en las playas, del aumento de las estafas a través de la red y de otros cibercrímenes, en el vocabulario empleado habitualmente por esta entidad.
Detrás del Observatorio de Internet está F. Canals, investigador on line (así se hace llamar) y un tipo que en vez de inyectarse heroína se chuta ruedas de prensa. Ha convocado 20 en los últimos 5 años, todas ellas raras, raras, raras y completamente vacías de contenido. A pesar de ello, los medios de comunicación suelen responder a sus convocatorias, quizá porque toca temas de aquellos que dan para un buen titular (250.000 españoles son infieles a través de Internet, y similares).
Me tocó ir a un par de ruedas de prensa del Observatorio en cuestión y no pude menos que intercambiar unas cuantas miradas de incredulidad con algunos compañeros ante lo que es, con toda claridad, un caso de megalomanía quizá patológica o, en todo caso, un chiringuito montado por el tipo en cuestión para conseguir visibilidad pública. Con éxito, eso sí.
Hay muchas cosas que no funcionan en sus supuestos informes. Las investigaciones del Observatorio de Internet nunca van acompañadas de datos concretos y cuando citan una cifra (el 50% de los usuarios de chats afirma mentir total o parcialmente en algún momento de su conversación, afirma F. Canals) no viene respaldada más que por la opinión de F. Canals y, en conclusión, no tienen ninguna validez estadística.
Por no decir que es raro que alguien se cite a sí mismo continuamente en tercera persona en los informes que redacta él solo, porque, tras ser interrogado en ese sentido, está bastante claro que el primer investigador on line del país es también el único. Sospecho que cuando habla de F.Canals y su equipo se refiere él y su perro Sparky y me juego algo a que la sede social del Observatorio es el salón de su casa. De hecho, la web del Observatorio es www.fcanals.com, con eso está dicho todo.
Lo extraño de todo esto es que el supuesto Observatorio tiende a descubrir la sopa de ajo en cada uno de sus informes y que los demás, encima, nos lo tragamos como si fuera nuevo. Cuando no alerta sobre los emails engañosos (hoax), destapa que hay chats en los que se practica cibersexo o habla de los peligros de los casinos on line. Son cuestiones que hace tiempo que se conocen y, ya que va a tratarlas una entidad seria, no estaría de más hacerlo de forma sistemática y no con el tono de un estudiante de Bachillerato realizando su Treball de Recerca.
Me refiero a frases tipo Cualquier usuario de un móvil convencional puede realizar fotografías en bares, discotecas, playas u otros espacios públicos – afirma Canals – basta con simular que uno esta tecleando un SMS para hacer clic e inmortalizar a una persona en una situación indiscreta. Es increíble, que diría Bisbal, jamás se nos hubiera ocurrido de no ser por su valiente aportación.
Aunque mi artículo preferido es el titulado El misterio de los restaurantes chinos: ¿Porqué siempre están vacíos sus locales? Atención a sus conclusiones, en delirante autoentrevista:
Sr Canals, sabemos que vd. investigó el misterio de los restaurantes chinos en el año 99 y que este fue el primer trabajo con el que se dió a conocer. ¿Cuáles son las principales conclusiones de esta investigación?
Después de 6 meses de entrevistas e investigaciones dentro y fuera de Internet (y por supuesto entrevistando a restaurantes chinos), supe que todo era falso, (afortunadamente) no existen tales mafias o de haberlas se trata de fenómenos puntuales como en cualquier cultura.
Uf, pues si lo dice él ya me quedo mucho más tranquila.
22 septiembre, 2007
F.Canals, ese freak
Publicado por Nibu en 20:45
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