7 motivos para rendirse a la película "The Road":
1. Por desmentir una vez más esa estúpida idea de "novela inadaptable".
2. Por la sutilidad del cataclismo (Hubo una luz, se pudrieron las cosechas, se murieron los animales, se acabó el combustible...).
3. Por subvertir el mito biológico del indestructible vínculo maternal.
4. Por la desoladora fotografía de Javier Aguirresarobe: esos cielos enlutados, de pura luz muerta, el Apocalipsis como un eterno atardecer amenazado de lluvia.
5. Por la lección interpretativa de Kodi Smit-McPhee, que alguien me explique cómo un chaval de once años sin ninguna experiencia es capaz de comunicar tan bien las emociones límites de su personaje.
6. Por este diálogo que, en el estilo "reduzcamos al mínimo el consumo de oxígeno y comuniquemos sólo lo imprescindible" característico de McCarthy, condensa todo el amor paternofilial que sostiene el film:
Niño: "Si yo me muriera, ¿tú qué harías?
Padre: "Yo también querría morirme".
Niño: "¿Para estar conmigo?".
Padre: "Para estar contigo".
7. Por los siguientes ecos que definen el desafío de tintes existencialistas que se les plantea a los supervivientes:
A. "Seremos de los buenos, pase lo que pase, ¿verdad?".
B. "¿Llevas el fuego contigo?".
(este último, una inversión luminosa del demoníaco "Fuego, camina conmigo" acuñado en "Twin Peaks").
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