06 mayo, 2010

Club Remington


Liados por el periodista y escritor Álvaro Colomer, un grupo de sospechosos habituales del mundillo de las letras hemos conformado el Club Remington que, a imagen y semejanza de sus precedentes de origen madrileño, busca departir con personalidades de los más diversos ámbitos profesionales para entender mejor (o comenzar a entender) su trabajo mientras llenamos el buche con alimentos de primera calidad. La sesión inaugural tuvo lugar el pasado martes en un suntuoso comedor privado del Hotel Casa Fuster, en cuya suite presidencial he estado tres veces.... aunque por desgracia sólo para encender un rato la grabadora.

El primer invitado fue el Catedrático de Física Teórica Ramón Pascual, responsable de que Cerdanyola del Vallès cuente con el Sincrotrón Alba, es decir, con un acelerador de partículas que funciona al modo de un gigantesco microscopio: llevando a los electrones a una velocidad casi igual a al de la luz produce un brillo un billón de veces más potente que los rayos X que permite atravesar la materia sin alterarla.
De este modo, un sincrotrón es capaz de revelar los secretos de las estructuras de la materia a nivel atómico y molecular. Sus utilidades redundan en beneficio de la física, química, ingeniería, arquitectura, medicina... Entre ellas, datar un fósil, dilucidar a través de un pigmento si un cuadro pertenece o no a un determinado pintor, crear nuevos fármacos, contener los virus, combatir las armas bacteriológicas, inventar materiales de construcción más resistentes...
Con su lección magistral (y, sin embargo, amena), Ramón Pascual se posicionó contra el sentir general de la comunidad científica que considera la divulgación una pérdida de tiempo.