24 abril, 2008


El trío canguril en exigente y agotadora tormenta de ideas para que su excelente blog continúe su imparable expansión internacional, esta vez con la mirada puesta en Oriente Próximo y el estrecho de Quintanilla. Interrogados por la BBC por el secreto de su éxito, dos de ellos no dudaron en declarar: "Gracias a la constancia, dedicación y vaciado creativo de Monty".

22 abril, 2008

"El 8º enanito". Capítulo 32.

De vuelta al presente...

“El 8º enanito y el Cíclope siguen con la vista clavada en el otro. Ninguno de los dos sabe que, en cierto modo, son familia, pero tienen claro que aquella pérfida bruja orquestó todo este lío en un pasado remoto. Lo que Strata no pudo prever es que, en vez de cumplirse su voluntad y que ambos se aliarían para exterminar a la población de Dos Palmos –el grandote como venganza por su muerte y el pequeñazo por despecho al ser expulsado de la comunidad-, lo que hacen es charlar durante horas, explicándose la vida, compartiendo confidencias, solicitando consejos sobre cuestiones del corazón y poniéndose al día en materia de fondos de inversión y técnicas de barbecho. Exploran juntos los dominios del búnker y con lo que reúnen acaban jugando al parchís con una taza de té verde a su vera y un cd de Art Blakey acolchando la atmósfera. Pero cuando más relajados están, no llegándose a creer que dos teóricos enemigos puedan hacer tan buenas migas, se quedan de repente a oscuras y se dispara un pitido de alarma que les agujerea los tímpanos. Unas luces de emergencia se activan con un zumbido eléctrico y del techo de la habitación central en la que se encuentran desciende con un chirrido un periscopio roído por el óxido. Se quedan tan estupefactos que el 8º enanito se olvida de mover la ficha amarilla con la que se comería la azul de su contrincante y avanzaría veinte casillas; el té verde se queda helado y la batería de Blakey enmudece.
Dada la altura a la que queda el artilugio, no hay duda de que recae en el Cíclope la misión de mirar por él. Se incorpora y se acerca con la expectación y el resquemor dirigiendo cada uno de sus movimientos. Tiene que ponerse de rodillas para ajustar el visor a sus ojos. Parece que transcurre una eternidad hasta que se gira hacia el 8º enanito con una expresión de gárgola tallada en el rostro para decirle: “No te lo vas a creer”.
(Fin de “El 8º enanito”).

16 abril, 2008

Mis secretos favoritos

A veces entro en Post A Secret. Me hace sentir normal.

Algunas personas envían secretos tontos y divertidos:


(Cuando nadie me mira subo las escaleras a cuatro patas - ¡Y tengo 30 años!)

Hay otros con los que todos (ejem) podríamos identificarnos:


(Ensayo mi discurso de agradecimiento para los Oscar... Y no trabajo en el mundo del espectáculo)

Hay secretos criminales:


(Hice que mi gato bebiera lejía sólo para ver de nuevo a mi guapo veterinario)

Secretos preocupantes:


(Tengo miedo de sentirme mejor porque me siento más seguro/a cuando sufro)

Y secretos que ponen los pelos de punta:


(Todos los que me conocían antes del 11-S creen que estoy muerto)

Pero mi secreto favorito es este:


(Deseo secretamente que seas desgraciado/a. Pero aún más secretamente deseo que seas feliz)

15 abril, 2008

Correr


Hasta los 32 años no practiqué footing. Nunca he sido una persona particularmente atlética. Sólo el fútbol ha conseguido que me preste felizmente a sudar en pantalón corto. Ahora, si llevo más de tres días sin calzarme las bambas para trotar por la Diagonal con mi ipod comienzo a desarrollar un síndrome de abstinencia que desencadena en un plis en irritabilidad, que degenera en un plas en complejo de culpabilidad por abandonar mi cuerpo a la atrofia. La esencia humana, en definitiva, radica en la generación de obsesiones inútiles. Por suerte, esta constituye una de las fronteras más evidentes que nos separan de la inteligencia artificial.
Una fijación, la de correr, exigente y sacrificada. Qué duro es. La recompensa, por fortuna, dobla el gasto energético. Como si quisiera distraer la atención del esfuerzo, el cansancio e incluso el dolor que procura el mantenimiento de una velocidad más o menos constante sobre una superficie lisa, la mente construye una fortaleza de resistencia con los elementos contrarios, es decir, vaciándose, inaugurando un espacio limpio, no contaminado, relajado y neutro, como si la quema de calorías fuera descascarillando la corteza de tus preocupaciones para dejar a la vista una pantalla blanca en la que sólo se proyecta el camino que vas engullendo propulsándote con tus piernas.
Estoy convencido que correr es un mecanismo para el mantenimiento de la cordura, el mayor desafío que nos plantea la existencia. Más que a batir plusmarcas personales o a ampliar sin descanso la distancia recorrida, aspiro a alcanzar algún día ese punto del que hablan algunos corredores profesionales cuando, al rayar la extenuación, penetras en un estado de trance, de completa erosión del presente cinético, llegando a completar los últimos tramos sin capacidad de procesarlos y, por tanto, de recordarlos. Y me pregunto: en esos momentos, ¿el tiempo se decelera, el espacio se contrae, uno pesa menos, rescata información del subconsciente, entiende algo que siempre se le ha resistido…?

04 abril, 2008

Cosas que diría a mis vecinos con sólo mirarlos

- Aficionado al flamenco del 4º: si no puedes reprimir el impulso de cantar a grito pelado cada tarde, al menos hazlo con la ventana cerrada. Mejor todavía: no cantes y punto.

- Vecino del 2º con niños: estamos en abril, así ya puedes quitar la guirnalda navideña de la puerta.

- Extraños vecinos franceses de enfrente: no me molesta que tengáis la puerta llena de pegatinas, ni las peleas de madrugada, ni la incesante sucesión de invitados de todo pelaje, lo que de verdad no soporto es que dejéis la bolsa de basura en la puerta del rellano. Es una guarrada, aquí y en Francia.

- Vecinos varios que dejáis disimuladamente el correo comercial en los buzones de los demás: de verdad que no cuesta tanto llevarse los papelitos y tirarlos a la basura. No os vais a herniar.

- Desconocido que el pasado jueves dejó un sofá de 2x2 en el rellano con una nota que dice “Este sofá tiene dueño. Pasaré a buscarlo el martes”: la próxima vez que baje voy a completar la nota con un “¿de qué semana?”

- Desconocido vecino que deja sonar su despertador durante 20 minutos cada mañana: te odio cordialmente. Los tapones que me compré te salvaron la vida el pasado verano, pero yo no volvería a jugármela...


03 abril, 2008

El quinto sabor

"¿Sabría usted describir a qué saben una sopa de algas marinas o la salsa de soja? La tarea no es fácil, como han podido comprobar los investigadores del gusto. En paralelo al incremento de popularidad experimentado por la cocina asiática en todo el mundo, la ciencia se ha visto también impregnada de aromas orientales al incluir en la lista de sabores esenciales - amargo, salado, dulce y agrio - un quinto elemento: el umami. Aunque su aceptación como sabor básico ha sido reciente, su descubrimiento se remonta a comienzos del siglo XX, cuando fue identificado por el investigador japonés Kikunae Ikeda. Ikeda, atraído por el sabor de las algas marinas de las que había disfrutado en la mesa, logró aislar la molécula responsable en 1908, demostrando que el secreto de su particular sabor era un aminoácido, el glutamato monosódico .

Percibir el sabor umami es, para quienes no lo conocen, casi tan difícil como describirlo. "Un paladar atento, - explicaba Ikeda en el 8º Congreso Internacional de Química Aplicada de 1912 - detectará un rasgo común en el sabor de espárragos, tomates, quesos o carnes, un matiz bastante peculiar y que no puede ser encasillado dentro de ninguno de los 4 sabores clásicos". El descubridor del umami advertía también que, con frecuencia, la existencia de este sabor podía verse eclipsada por otros más fuertes y pasar totalmente desapercibida. Para gustos ... receptores A principios del año 2000 la revista Nature Neuroscience publicaba el hallazgo de un receptor gustativo específico para el glutamato monosódico y otroas similares, que fue aceptado como la prueba definitiva de que el umami es, sin lugar a dudas, un sabor básico. El receptor ( mGluR4) fue hallado en la lengua de roedores, en los que se había observado una percepción del gusto muy similar a la de los seres humanos". (www.cienciadigital.es, Elena Saez)