28 febrero, 2006

Six Feet Under, quizás la mejor serie dramática con familia disfuncional de por medio jamás realizada, demuestra que crecer en una funeraria efectivamente se cobra un peaje de desnortamiento existencial extra, pero lo mejor es que no recurre a las armas previsibles para recalcarlo, es decir, ni al humor negro ni al carpe diem. En el fondo solo son unos hermanos necesitados de un padre de carne y hueso que compense la sobreprotección y la tristeza que emana de su ultraconservadora madre. Aquí una foto de Claire, la perturbadora fotógrafa de confusa identidad sexual, una frágil y cínica adolescente de belleza rubensiana, que me vuelve loco.

23 febrero, 2006

Triple en Manresa

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Conèixer l’Audie Norris i ballar amb l’Aida Folch. Dues fites que la nit dels Fotogramas de Plata va fer possibles. Moment: la nit de dilluns 20 de febrer. Lloc: la discoteca (diuen els madrilenys que rància) Joy Eslava. Situació: sortia jo de la meva lluidíssima locució internetera quan em topo amb el mític Joan Estrada, representant d’actors i d’esportistes, home de bàsket i de teatre, vividor envejable. Acompanyat de Juan Domingo de la Cruz i d’Audie Norris (i senyores): dos homes històrics a la secció basketbolística blaugrana. Em quedo sense parla quan l’Estrada em veu i crida: “este es un culé de pura cepa!!!”. Li dono la mà al Lagarto i a l’Atomic Dog, parlem breus instants, ens fem una foto (amb la càmera de l’ex jugador nord-americà… probablement mai no la recuperaré… si ho faig, prometo penjar-la en aquest blog) i ens acomiadem, no sense haver repetit un munt de cops el gran honor que és per mi compartir uns breus moments amb dos monstres que tan bé m’ho han fet passar…

Ja a la pista i després d’haver departit alegrement amb la Turu i amb una amiga seva que porta el morbo per bandera (no només em va explicar que és la “garganta profunda” de l’oficina, també va ensenyar-me tatuatges francament estimulants i va anunciar-me que a casa seva té unes manilles… mmm...monotema!!!), em vaig trobar al mig de la pista, saludant per segon cop a l’Aida Folch, que no va dubtar en treure’m a ballar una mena de música que sóc incapaç de definir.

No diré com vaig acabar la nit, perquè sóc un gentleman. I perquè tampoc me’n recordo massa…

22 febrero, 2006

Aeropuerto


Estoy más familiarizado con un aeropuerto que el director de una torre de control. Frente a la mayoría de la gente, que asocia la excitación que le procura la palabra a su primer segmento, ese “aero” que materializa el sueño de raigambre infantil de surcar los aires, promesa de aventura, escapismo y de barrer con el límite más flagrante impuesto por nuestra naturaleza terrestre, yo localizo su encanto en la segunda y funcional partícula semántica, ese insustancial “puerto” que expresa una cualidad de contención, de almacenaje incluso, en cualquier caso, de llegada, de reposo, de orden, la destilación absoluta de cualquier elemento de romanticismo y fantasía que puede ofrecer la aeronáutica desde el mismísimo día en que alguien que lleva mucho muerto se lanzó desde un despeñadero tras haber creído tener una idea amparada por la lógica instantes después de la contemplación del planeo de un pájaro. Para mí un aeropuerto no significa tránsito, desplazamiento, mostrador, embarque, terminal, abróchense los cinturones, les saluda el comandante, la temperatura exterior es de, la hora local es, esperamos volver a tenerlos a bordo con nosotros muy pronto.....para mí es sólo superficie, destino final, puertas giratorias, tiendas, cafetería, danza de maletas ajenas, sentidos besos de reencuentro dados a los otros, azafatas embutidas en faldas apretadas y con un exceso de lápiz de labios perdiéndose tras cristales infranqueables...
Cuando mi padre había tenido un día terrible en el trabajo, me llevaba a ver despegar aviones a El Prat. De camino hacia ahí, destemplado pero feliz, me gustaba retreparme en el asiento y contemplar la sucesión nerviosa de farolas de la autovía, su individualidad reducida a un guiño lumínico, gélido y ausente.
El aeropuerto me recordaba a una estación espacial, quizás porque afuera sólo se veía una cúpula de noche cerrada y los únicos que abandonaban el lugar iban en monstruosas máquinas de hierro muy parecidas a los transbordadores de la NASA entrevistos por mis infantiles ojos en las noticias de televisión. Mientras engullía un Cacaolat, contemplaba absorto cómo los aviones alzaban el vuelo desde un punto lejano de la pista para ser engullidos en un suspiro por la oscuridad, los pilotos rojos alojados a los extremos de sus alas hacían pensar en las languidecientes burbujas de espuma de una ola muerta que daba paso a la siguiente, presta ya a despegar.

21 febrero, 2006

Una de las mayores verdades jamás expresadas que resume porqué hay tanta gente sin criterio, abonada al lugar común, lo que las exime de razonar por sí mismas y de albergar ideas originales, es decir, de tener personalidad.


"Las personas exigen la libertad de expresión como compensación por la libertad de pensamiento que casi nunca usan." (SÖREN KIERKEGAARD.)

17 febrero, 2006

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vive en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

("Los perros románticos", Roberto Bolaño)

Peazo obra de teiatru

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Ets un bon home que sembla un fill de puta i nosaltres volem un fill de puta que sembli bona persona.

15 febrero, 2006

Lepsias. Lépticos.


La ninfolepsia consiste en una violenta agitación mental que sobreviene a aquellos que ven ninfas o que son capturados por ellas. Por extensión (y necesidades prácticas), también hace referencia a un estado de profunda ansiedad provocado por una cadena de sucesivos fracasos al intentar obtener aquello que no está a nuestro alcance.
El logoléptico es aquel que profesa un amor tan grande por las palabras que puede llegar a extasiarse al escuchar aquellas que suenan a música celestial a sus oídos.
Si te visita o te hace prisionero una ninfa el mismo día que has intentado por enésima vez alcanzar un imposible y al hacerlo te susurra un término tan dulce que emites un gemido lo que padeces no tiene nombre.

13 febrero, 2006

Socio de la soledad

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Soy todo corazón y eso me hace mal,
soy muy sensible a la belleza,
por eso pierdo la cabeza
con tanta facilidad,
socio de la soledad.
Otra vez perdido en mi sentimiento,
nunca miento, siempre digo la verdad,
con el primer beso, casi siempre voy preso,
socio de la soledad.

Tantas ilusiones convertidas en canciones
por cada mujer que conocí...
Esta vez no sé si gané o perdí
pero sufrí y también fui feliz.

No puedo vivir siempre soñando,
tengo que aprender a ser más duro,
el futuro me estaba esperando
ahora me está ahorcando la ilusión.
Si me arruino con la fuerza del destino,
no puedo prometer lo que no sé,
acabo de darme cuenta
que me falta frialdad
y me siento cerca de la soledad.

Tantas ilusiones convertidas en canciones
por cada mujer que conocí...
Esta vez no sé si gané o perdí
pero sufrí y también fui feliz.
Esta vez no sé si gané o perdí
pero sufrí y también fui feliz.

Soy juez, abogado y condenado,
tengo una espina clavada en el costado
¿y qué?
Si no puedo ser el dueño de tu bondad,
hoy me hago socio de la soledad.
En tu cara se te nota que sufriste,
a tus ojos se les nota que han llorado,
no renuncies por favor
al amor equivocado,
no te olvídes tan pronto de mí.

Tantas ilusiones convertidas en canciones
por cada mujer que conocí...
Esta vez no sé si gané o perdí
pero sufrí y también fui feliz.
Esta vez no sé si gané o perdí
pero sufrí y también fui feliz.

10 febrero, 2006

Vasos de plástico y galletas de la suerte


A.F. no tardó en salir con una de las suyas en aquel restaurante chino de Las Ramblas repleto de guiris con el techo moteado de dibujos de ranas multicolores:

-"Si dos personas cogéis sendos vasos de plástico, les practicáis orificios del tamaño de una moneda de veinte céntimos en la base y os miráis a través de ellos juntando los círculos por los que se bebe, el efecto embudo y contraembudo de la pista visual de aproximadamente 13 centímetros que recorre cada uno de los ojos provoca que cada cual pueda ver en la pupila ajena una representación hiperminiaturizada de la constelación de Coma Berenices".

- "No digas chorradas", le espeté, mientras la camarera nos acompañaba el café con una galleta de la suerte. Rompí por la mitad la mía y de sus crujientes entrañas asomó un papelito rectangular flanqueado por dos soles en el que podía leerse "La felicidad es la consumación consciente de un sueño reprimido".

La noche se las traía, así que pedí excepcionalmente un chupito de la botella donde un lagarto pálido parecía flotar en una sopa turbia de formol.

Va d'impressions

La primera sensación de maravilla es la que cala más hondo; toda maravilla posterior se amolda a la impresión causada por la primera.

Frase extreta de "Vida de Pi", de Yann Martel.

09 febrero, 2006

Respuesta de un neuropediatra a la pregunta ¿Se plantea actividades a largo plazo?
"Sí, pero igual es una característica familiar (aquí tropezamos con la genética): mi tío de 93 años ha pedido una hipoteca de 10 años para la compra de un piso, y cuando en el periódico lee la esquela de un compañero de su edad, pregunta a su esposa con aire de sorpresa: "¿Y de qué habrá muerto?

08 febrero, 2006

Senyor, senyor...

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...tinc un pla subtil!

Baldrick, tu no sabries distingir un pla subtil encara que anés pel carrer cridant: "Jo soc el pla subtil, jo soc el pla subtil".

Post dedicat al Sergi Rodríguez.

03 febrero, 2006

Un libro criminal


La recompensa más excitante de las 450 páginas que componen Too Brief a Treat -la corres`pondencia de Truman Capote- es contemplar al escritor bregando con su particular Moby Dick: ese A sangre fría que le reportara la celebridad, Capilla Sixtina de la nonfiction novel que vino a significar lo que el rodaje de Apocalypsis Now para Coppola. Su redacción comenzó el 28 de abril de 1960 en Palamós y, lo que primero tenía que ser un artículo para The New Yorker y luego un libro corto, pronto obsesionó tanto a su autor que supo que ahí se jugaba su pasaporte a la posteridad. Impelido por el desafío de experimentar con la técnica del reportaje, Capote vio cómo el asesinato de la familia Clutter se ramificaba golosamente hasta el punto de forzarle a mantener una red de informantes en Kansas con los que mantenía contactos diarios, fuente de crecientes gastos -en un momento llega a hablar de 8000 dólares acumulados-. Su principal garganta profunda fue el jefe de policía asignado al caso, Alvin Dewey, quien pacientemente le mandaba recortes con las novedades del juicio y le aclaraba dudas sobre los implicados en la tragedia, por lo que estuvo a punto de perder su empleo en dos ocasiones. Con el paso del tiempo, el libro se va convirtiendo en una pesadilla esclavizante para el autor, que comenta "detesto tener que vivir con este material, con esta "fuerza" día tras día, pero me absorbe de una forma que jamás había experimentado" y "me siento prisionero de él, es como una enfermedad". Insomnio, vómitos, ataques de llanto, seis años sin vacaciones y un deportivo Corvette Stingray como premio a su estajanovismo, puntúan la ingente tarea de ordenar miles de hojas de notas. De forma harto hipócrita, Capote se carteó en dos ocasiones con el asesino Perry Smith y accedió a pulir una carta de su compinche Dick Hicock al Tribunal Supremo, mientras cruzaba los dedos para que el juez fijara de una vez por todas la fecha de su ejecución. Al concluir su via crucis, afirmó: "Nadie sabrá jamás lo que A sangre fría extrajo de mí. Me removió por dentro hasta llegar al mismísimo tuétano".

Doctor a Seattle

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"Con una mano, el pasado nos empuja hacia adelante. Y con la otra, se empeña en frenarnos".

Els guionistes de "FRASIER" són tan refotudament bons que no només ens fan petar de riure amb cada episodi...

02 febrero, 2006

Fuck You Fucking Liar


La normalidad es una aberración y la extrañeza es la norma. A la vuelta de cada esquina acontecen sucesos que insistimos en bautizar como sorprendentes y curiosos cuando son de lo más natural, dado que la vida consiste en una mutante sustancia líquida que cambia de forma y de curso a cada instante.
Un par de horas después de aterrizar de Nueva York enchufo el ipod de camino al trabajo y la opción de selección aleatoria tiene a bien brindarme como primera canción "New York Was Great" de The Raveonettes, una forma tan llana como precisa de valorar el conjunto de la estancia. Al llegar a la redacción, me salta a la vista un ejemplar de The New Yorker que reposa sobre mi mesa. Al bajar al archivo el primer libro que abro es Biografía del hambre de Amélie Northomb, azarosamente por la página 86, topándome con la siguiente frase: "Así pues, para mi octavo cumpleaños me encontré con el más fantástico de los regalos: Nueva York".
Y hablando de la Gran Manzana mi primera (y frustrada) entrevista ahí debía ser con Nicole Krauss en el barrio de Park Slope dentro del condado de Brooklyn, el mismo al que había acudido cuatro años antes para hacer lo propio con Paul Auster. Pero la cosa no acaba aquí, pues resulta que llega a mis oídos que desde el comedor de la vivienda de Krauss puede verse el recibidor de la casa del autor de Leviatán.
Que la existencia es una sucesión de momentos absurdos, irónicos y desconcertantes sobrevuela gran parte de la conversación que mantengo con la fantásticamente perversa A.M. Homes, alguien que -natural de Washington- vio de niña cómo el hijo de un congresista vecino le robaba la bicicleta y la policía no podía hacer nada ya que el papá del ladronzuelo gozaba de inmunidad diplomática. Al comentarle que el día anterior un taxista me había despedido con un "Fuck You" tras rechazar su exigencia de darle una propina de ¡cinco dólares! por, según sus palabras, "haberte llevado sano y salvo a tu destino", ella contraataca con otro "Fuck You", el que le dio un niño que se acercó a su coche en un semáforo en una carretera nevada y desierta del Medio Oeste a preguntarle a qué se dedicaba y, tras recibir el consiguiente "soy escritora", no contento con la respuesta le espetó entre dientes "Fuck you fucking liar", segundos antes de que Homes saliera disparada. Raro, todo raro. Normal, todo jodidamente normal.

01 febrero, 2006

De cómo (casi) tener una exclusiva

Ayer llegué, como cada día, a la agencia de noticias a las 8 de la mañana, y me senté a escribir, solita como estaba, sobre los Sucesos Habituales A Esas Horas: que si un tipo se sale de la vía en la autopista y acaba en el Hospital Josep Trueta, que si diecisiete carreteras catalanas siguen cortadas a causa del temporal, que si los detenidos por atropellar mortalmente a un joven en Cornellà (Barcelona) pasan hoy a disposición judicial… Lo de siempre. Pero, de repente, a las 8:30, una llamada poco habitual. Era de una compañera: Hola… qui ets? Sóc la Glòria, del cap de setmana… Mira, resulta que visc a Sant Cugat, just davant de l’Arxiu Nacional on han de venir a parar els papers de Salamanca i… estan passant coses molt estranyes, aquí. Jo crec que els estan portant, ara mateix, han entrat dues furgonetes, ho estem gravant tot en vídeo, no sé què pot ser, aquí no hi ha cap periodista! Excepto ella, claro, que es periodista y nos sirvió en bandeja lo que, de haber tenido yo más reflejos, hubiera podido ser una jugosa exclusiva. Porque claro que llamé a la redacción de Madrid y pregunté, como quien pregunta una tontería, si les parecía probable que los papeles del archivo de la Guerra Civil hubieran llegado de madrugada y sin avisar a Sant Cugat, pero hasta que ellos y yo nos espabilamos y nos pusimos a llamar a ministerios y consellerias de cultura pasaron unos preciosos minutos durante los que alguien pegó un oportuno telefonazo a la Cadena Ser… quien comunicó la noticia a eso de las 8.50 de la mañana, en primicia, mientras Glòria y sus compañeras de piso seguían siendo los únicos seres humanos externos a la operación que contemplaban el suceso. Pensamos entonces, a pesar de la frustración: bueno, tenemos la única descripción de primera mano de los hechos y tenemos una filmación en vídeo doméstico, algo es algo. Así que empezaron a llamar de todas las cadenas de televisión preguntando por las famosas imágenes que pronto se propagó que teníamos y empecé a escuchar en todas las emisoras como Glòria explicaba pacientemente su versión de los hechos mientras rechazaba entregar la cinta de vídeo a varios colegas de cadenas rivales (¡e incluso de EFE!) y trataba de sobrevivir a sus 15 minutos de fama (más tarde reconocería que estar al otro lado hace que te des cuenta de lo sumamente pesaditos que somos los periodistas) sin perder la cabeza. Luego resultó que un problema de cabezales convirtió en prácticamente inservibles las imágenes grabadas por las compañeras de Glòria, aunque algunas televisiones sacaron planos y algunos periódicos también aprovecharon la secuencia en la medida de lo posible, y que al no estar Glòria en acto de servicio varios compañeros tuvimos que dejar caer a los jefes la idea de que quizá era de justicia recompensar a quien nos habría podido servir una exclusiva (no se les hubiera ocurrido a ellos solos, seguro). Porque aunque luego no pudiera llegar a serlo, aunque al final sólo rozáramos durante un rato la primera línea, qué divertido fue todo, qué bien lo pasamos. Es lo más cerca que he estado nunca de tocar la actualidad con los dedos. Y mola.